Carolina de Mónaco (67 años) está cada vez más alejada de la vida pública. Volcada en su faceta más personal y familiar, la princesa de Hannover elige muy bien los actos en los que aparecer y este fin de semana nos sorprendía en la inauguración de la 55 edición de la tradicional Competencia Internacional de Ramos, de la que es presidenta, y cuya temática estaba relacionada con "mares y océanos". Una velada muy especial que ha compartido con su hermano Alberto en el Club Náutico de Mónaco.
Muy cercanos con todos los allí presentes, los hijos de Grace Kelly pudieron descubrir las creaciones de 72 participantes en las 7 categorías, una de las cuales estaba reservada para los más pequeños. Carolina es fiel a esta cita tan primaveral que cada año llena el Principado de flores, la ocasión perfecta para deleitarnos con un look de invitada a la altura de su elegancia innata.
Por mucho que pasen los años, el buen gusto de Carolina de Mónaco a la hora de vestir es ineludible. Da igual que se trate de un acto informal o la cena de gala más importante, la princesa sabe perfectamente qué es lo que le favorece y atrae las tendencias a su savoir faire. Este sábado se olvidaba de Chanel por unas horas para sorprendernos con un vestido con un favorecedor estampado floral en blanco y negro que todas las mujeres +60 querrán copiar para sus próximos eventos.
Se trata de un vestido de largo midi, cuello abierto y falda ligeramente acampanada, que envuelve la figura a la perfección sin ceñirse más de la cuenta. Confeccionado en una sarga brillante muy sofisticada, el diseño de Emilia Wickstead destaca por la manga corta tipo kimono, tan cómoda como fresca y estilosa. Sin duda, la alternativa perfecta para triunfar en cualquier evento de cara al buen tiempo.
Aunque se trata de una prenda tan versátil que combina con todo, Carolina ha ido a lo clásico y se calzaba unos sencillos salones negros. Respecto a los complementos, no faltaba su guiño a Chanel con un mini bolso acolchado con cadena en color blanco, y unos maxi pendiente también en forma de flor con perla.
La gran unión de Carolina y Alberto de Mónaco
A lo largo de todo el acto se hizo evidente la magnífica relación que existe entre Carolina y Alberto. Compartieron risas, confidencias y siguieron desde la primera fila la entrega de galardones. Lo cierto es que la primogénita de Rainiero y Grace siempre ha sentido predilección por su hermano pequeño y su vínculo parece irrompible.
Esta no ha sido la única vez que los hermanos Grimaldi han coincidido este fin de semana. Un día antes Carolina y Alberto se reunieron para celebrar el 40 aniversario del Rosario de la Princesa Grace ubicado en el distrito de Fontvieille de Mónaco. Juntos recorrieron la Roseraie y visitaron los diferentes talleres de jardinería de la zona, así como una exposición de fotografías que hace un repaso muy especial a este lugar único y especial para ellos.
Para este día soleado en el Principado Carolina recurrió a un estilismo working girl compuesto por una clásica blazer de color azul marino y botones dorados que combinó con una falda recta blanca y una camisa en tono piedra. Un look clásico y atemporal que cerró con unas oscuras gafas de sol y sencillas joyas de oro.
La familia Grimaldi está atravesando una etapa muy dulce alejados por completo de los escándalos que les han perseguido en los últimos años. Con Charlene completamente recuperada y actuando como primera dama, la misteriosa separación de Carlota Casiraghi es lo único que les ha llevado a copar los titulares de la prensa rosa.