La bella Carlota fue, hace un tiempo, protagonista absoluta de medios de comunicación y portadas de revistas. La segunda de los hijos que tuvieron la princesa Carolina de Mónaco y Stéfano Casiraghi conquistó al mundo con su explosiva combinación de belleza, fortaleza y rebeldía, siempre al lado de su madre.
Su vida amorosa seguía la estela del clan Grimaldi, encontrando el amor en diferentes parejas: entre ellas destacan el multimillonario Alex Dellal, con quien mantuvo una relación durante más de cinco años; y el actor marroquí Gad Elmaleh, quince años mayor que ella, con quien tuvo a su primer hijo, el pequeño Raphaël (6 años), durante los cuatro años que estuvieron juntos. El niño nacía el 17 de diciembre de 2013.
La llegada de Dimitri Rassam en 2017 trajo paz a la revolucionada vida sentimental de la nieta de Raniero III de Mónaco y de Grace Kelly. A principios de 2018, se anunció que la pareja se había comprometido y que esperaban casarse en verano de 2018.
Sin embargo, los planes finales fueron otros. En mayo de ese mismo año, la pareja pospuso la boda después de anunciar que Carlota estaba embarazada de su segundo hijo, el primero en común para la pareja. El 23 de octubre de 2018, la joven dio a luz a Balthazar (2 años) en el Hospital Princesa Grace de Mónaco.
La boda civil de Carlota y Dimitri tuvo lugar el 1 de junio de 2019 en el Palacio de Mónaco. 28 días más tarde, el 29 de junio, celebraron la ceremonia religiosa en la abadía de Sainte-Marie de Pierredon, en Saint-Rémy-de-Provence.
Desde entonces, la pareja ha sido vista en contadas ocasiones. Parece que el matrimonio de Carlota y Dimitri ha provocado un radical cambio en su vida, dejando de lado los eventos sociales y otras fiestas, incluso las que conciernen al propio Principado, como el Día de Mónaco, cuando se convertía en la ausencia más notada.
El verano de 2019 la hermana de Andrea y Pierre Casirahi pasaba los primeros días de su matrimonio navegando a bordo del yate Pachá por las aguas de Nápoles acompañada de su recién estrenado marido y sus tres hijos: Raphaël, Baltazhar y Darya (10 años), fruto de la relación del cineasta francés con la modelo rusa Masha Novoselova.
La pareja no tuvo una luna de miel como tal, a excepción de una breve y discreta escapada que realizaron a Portugal en el mes de septiembre. Lejos quedaron así las alfombras rojas, inauguraciones y otros actos públicos a los que Carlota estaba más que acostumbrada a asistir. Sin embargo, la verdadera pasión de la hija de Carolina de Mónaco siempre fue la filosofía, una disciplina que precisamente ha podido desarrollar ahora gracias al tiempo con el que cuenta desde que se ha desmarcado de los medios de comunicación.
Hace un año presentaba su primer libro, Archipel des Passions (Archipiélago de Pasiones), que ha escrito conjuntamente con el que fue su profesor en el Instituto François Couperin de Fontainebleau, Robert Maggiori. La obra ha sido dedicada a su padre Stefano Casiraghi, fallecido en 1990.