A Carla Vigo (23 años) le entusiasman los focos. Su pasión es la actuación y se está preparando a conciencia para ser actriz y en su currículum ya cuenta con haber participado en el montaje 'Yerma' junto a Rafael Amargo. Iba a repetir con Amargo en 'Las cabezas de Salomé', pero el tratamiento que sigue Carla tras su último ingreso hospitalario es incompatible con el duro trabajo en el teatro, por lo que la sobrina de la reina Letizia ha tenido que renunciar a este importante trabajo para ella.
Debut sobre la pasarela
Con todo, Carla sigue intentando ganarse un puesto por sí misma en el mundo del espectáculo y del famoseo en general. Así, ayer tomó parte en un desfile de moda organizado por Caluga Artesanía que tuvo lugar en Alcalá de Henares y fue presentado por la inefable Christina Rapado.
Carla Vigo, hija de Erika Ortiz, hermana menor de Letizia que se quitó la vida en 2007 cuando Carla tenía apenas cinco años, ha tratado de salir adelante sin la presencia y el amor de su madre, pero con todo el cariño de su padre, Antonio Vigo, y, por supuesto, de sus tías Letizia y Telma, y de sus abuelos maternos, Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz. Pero no ha sido fácil para Carla, que ha sido víctima de fuertes depresiones y ha tenido que ser ingresa en varias ocasiones.
Carla, a punto de salir a desfilar en Alcalá de Henares.
El evento en el que Carla ha tomado parte es el Famous Model Star, en el que modelos no profesionales desfilan junto a celebrities. Como famosos confirmados por la organización como miembros del jurado, figuraban Miriam Saavedra –ganadora de 'GH VP' y exnovia de Carlos Lozano– y Gema Serrano, amiga de Edmundo Arrocet y que, últimamente, se prodiga mucho en los platós de televisión para hablar de su supuesto romance con el humorista de origen chileno –que ella niega de una manera un tanto ambigua– y que habría supuesto una infidelidad de Bigote en su relación con María Teresa Campos.
La difícil etapa que ha atravesado Carla Vigo
No ha sido 2023 un año fácil para Carla Vigo, ya que su salud le ha jugado algunas malas pasadas. Además, tras uno de sus ingresos hospitalarios, Carla tuvo que vivir la fatalidad de perder a uno de sus mejores amigos, algo que, sin duda, no le ayudó a recuperarse de la profunda depresión que atravesaba.
Pese a todo, Carla ha podido contar todo este tiempo con la presencia y el apoyo de su familia más cercana. Su abuela materna, Paloma Rocasolano, corrió a su lado en cuanto se enteró de su último ingreso hospitalario para estar a los pies de su cama. También la reina Letizia se ha interesado por su estado de salud, tal y como la propia Carla desveló a los medios tras recibir el alta hospitalaria.
Además de sus problemas de salud, Carla sufrió otro durísimo golpe al perder a su mascota, un loro hembra llamado Molly. Para intentar encontrarla, Carla puso un mensaje en sus redes sociales, pero por el momento no sabemos si la sobrina de Letizia ha logrado recuperar a su querida mascota.
La preocupación de Letizia
El devenir vital de Carla Vigo es un tema que preocupa mucho a la reina Letizia. Si bien Letizia jamás se ha avergonzado, al contrario, del origen humilde de su familia –el abuelo materno de la reina era taxista–, no es menos cierto que es una mujer muy perfeccionista, tal y como podemos comprobar continuamente en su papel como reina y en cómo ha educado a sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
Obviamente, Letizia no puede intervenir en la forma de proceder de su sobrina, por dos motivos de peso. El primero, que tiene un padre, Antonio Vigo, que ha sido el responsable directo de su hija tras el fallecimiento de Érika Ortiz. Y segundo, que Carla ya es mayor de edad y hace tiempo que toma sus propias decisiones. Sabemos que muchas navidades Carla ha estado invitada a Zarzuela y que la relación con sus primas Leonor y Sofía es muy cercana. Eso sí, Carla jamás hablará de ellas, pues sabe perfectamente que la discreción es fundamental para su tía Letizia. Y no será ella quien le lleve la contraria.