La reina Letizia está viviendo una semana muy intensa. El pasado lunes, el fallecimiento del papa Franciscotrastocaba parte de su agenda con el viaje que deberá hacer este sábado, junto al rey Felipe VI, para acudir al funeral del Pontífice. Los monarcas se han volcado en homenajes a Su Santidad, desde la firma del libro de condolencias en la Nunciatura Apostólica, pasando por un sentido mensaje en redes sociales hasta las ropas de luto que han lucido estos días.
Al menos, hasta hoy. La madre de la princesa Leonor ha acudido a la entrega de la 47 edición de los Premios SM de Literatura Infantil y Juvenil ‘El Barco de Vapor’ y ‘Gran Angular’, donde ha decidido aligerar ese símbolo de duelo. ¿Cómo? Eligiendo una chaqueta tweed de color blanco y unos pantalones palazzo negros. Una combinación que le permite seguir mostrando respeto por la muerte de Jorge Mario Bergoglio, a la vez que señala su intención de seguir adelante.
Sin embargo, este giro en su estilismo no ha sido lo único que ha llamado la atención. Hace unos meses, la consorte protagonizaba lo que parecía un tenso encuentro con Isabel Díaz Ayuso durante la entrega de los Premios de la Asociación de la prensa de Madrid. En un vídeo, Leticia e Isabel parecían tener un cruce de gestos antes de entrar en la Casa de Correos, ubicación de la mencionada gala.
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La reina charlaba con varias personas, sin dirigirse a la presidenta de la comunidad de Madrid. Instantes después, la nuera de la reina Sofía entraba en la sala, liderando la comidilla y saludando a las autoridades. Tras ella, Isabel la seguía como dicta el protocolo, aunque algo rezagada. Luego ambas se sentaban juntas, pero sin intercambiar miradas o conversación.
El cambio de Letizia
Este jueves 24 de abril todas las miradas estaban puestas en ellas por si volvía a ocurrir lo mismo. Ya en una ocasión, Letizia se había vuelto a reencontrar con Isabel Díaz Ayuso tras ese vídeo viral, donde charlo con ella. En aquel entonces no se podía saber si era solo una estrategia ante los comentados gestos o una actitud sincera. Parece ser que se trataba de lo segundo porque la reina ha vuelto a mostrarse totalmente cercana con la política.
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Al entrar en la sala, Letizia sí se ha adelantado y ha dejado atrás a Ayuso. Sin embargo, nada más acabar de saludar a las autoridades, se ha girado para localizar a la presidenta y continuar hablando con ella, tal como han captado las cámaras de los medios allí reunidos. Justo después, han posado para ellos y, al terminar, la reina ha vuelto a hablar a entablar conversación con ella.
La charla ha continuado hasta llegar a sus asientos, donde han saludado al público y se han acomodado. Cierto es que ha habido algunos momentos en los que Letizia se ha abstraído de la presencia de la presidenta. Por ejemplo, justo antes de empezar el acto, la esposa de Felipe VI ha mirado a su alrededor y se ha girado para charlar con alguien de la segunda fila.
La intrahistoria del primer encuentro
Cuando salió a la luz el famoso vídeo, todos quisimos saber qué había pasado. ¿Realmente se llevaban mal la reina Letizia y Isabel Díaz Ayuso? ¿Había algo que nos estábamos perdiendo? Ante todo el revuelo formado, la periodista María Rey conectaba con 'Tarde AR' para comentar cómo había ido el acto y aclarar la polémica.
Ella ya se había pronunciado en sus redes sociales al respecto, dejando muy clara su postura. "Simplemente la reina se dedicó a atender a todas las personas que le reclamaban. Eso es lo único noticioso: la reina es cada vez más ella, más accesible. Resto, nada que ver con la realidad que viví en primera línea", reflexionaba.
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Al ver que eso no era suficiente, María volvía a insistir en esta idea con Ana Rosa Quintana. "Fue un encuentro amabilísimo. Cordial no, lo siguiente", decía, desmintiendo así el mal rollo. Acto seguido, Rey ha hecho un breve análisis de la reina, con la que ha podido coincidir en algunas ocasiones en círculos cerrados. "Letizia es una persona muy segura de sí misma, que se muestra con naturalidad y lo hace cada vez más", aseguraba, justificando así el rol tan dominante de la consorte.
No se trataría de un desprecio hacia la presidenta, sino su carácter. No obstante, lo más sorprendente fue que la periodista afirmó que, aunque sí que hubiera mal rollo entre ambas... ¡no lo notaríamos! "He estado unos años de mi vida haciendo noticias de Casa Real y te aseguro que si a Letizia le cayera muy mal, no lo notarías. Te lo aseguro", decía, con firmeza, antes de zanjar: "Fue un encuentro normal". Algo que se ha corroborado hoy con el cordial encuentro entre ambas.