El cambio radical de actitud de Telma Ortiz, tras los pasos de la reina Letizia

Telma Ortiz ha sido, sin duda, la presencia más sorprendente en la 34º edición de los Premios Goya. La hermana de doña Letizia puso el toque real a la fiesta más importante del cine patrio. Allí, se dejó ver en compañía de su pareja, Robert Gavin Bonnar, en la exclusiva fiesta posterior a los galardones que Paz Vega y Orson Salazar organizaron en la zona del embalse de El Limonero.

Una última aparición pública con la que Telma Ortiz ha vuelto a demostrar el gran cambio de actitud que ha vivido en el último año. La hermana de la reina Letizia ha pasado de vivir alejada del foco mediática y ser extremadamente celosa de su vida privada a aparecer en diversos actos públicos como en los Premios Princesa de Asturias o en la última gala de los Goya.

Mucho tiempo ha pasado desde que Telma Ortiz demandara a 50 medios de comunicación en abril de 2008 a los que acusó de vulnerar su derecho a la intimidad. Una querella que finalmente el juez desestimó por ser “inevitable” al tratarse de la hermana de la por entonces princesa de Asturias. Han pasado casi 12 años desde que fueran incluso condenados a pagar las costas, estimadas entre 40.000 y 60.000 euros, y su vida ya no tiene nada que ver.

Durante un tiempo, Telma se trasladó a Barcelona, en donde consiguió pasar desapercibida junto a Jaime del Burgo. La pareja se casó en mayo de 2012, en una boda blindada en la que estuvieron los Reyes. Sin embargo, terminaron separándose en el 2016. Hace unos meses, la hermana de doña Letizia se trasladó a Madrid junto a su hija Amanda, fruto de su noviazgo con Marín Llop. En la capital de España vive con su novio, Robert Gavin Bonnar.

Gracias a él, Telma ha vuelto a creer en el amor y ha recuperado la ilusión. Juntos también han vivido el gran cambio de la hermana de la reina Letizia, quien ya es una habitual en los actos públicos. Reapareció en los Premios Princesa de Asturias, en donde presentó a su nueva pareja, y siguió con la racha en los Goya. Una transformación con la que deja claro que está atravesando una etapa personal muy dulce.