Año tras año nos preguntamos el motivo por el que los Reyes de España se siguen resistiendo a asistir a los Premios Goya, pero nada nos hacía presagiar que en esta 34º edición, fuera Telma Ortiz quien pusiera el toque real a la fiesta más importante del cine patrio.
La hermana de la reina Letizia se dejó ver, en compañía de su pareja, el abogado Robert Gavin Bonnar, en la exclusiva fiesta post-Goya que Paz Vega y Orson Salazar organizaron en la zona del embalse de El Limonero. Aunque prefirió no pasar por la alfombra roja, Telma disfrutó de la gala en la que Pedro Almodóvar, Antonio Banderas y Belén Cuesta se hacían con el ansiado galardón. Sin embargo, era fotografiada bien entrada la noche cuando abandonaba la fiesta y se paraba a saludar a Elsa Anka y Remedios Cervantes.
Con un vestido de terciopelo de cuello halter y espalda al aire en color azul noche, la hermana de la reina Letizia se ha convertido en la presencia más inesperada y sorprendente de esta edición de los Goya. Para la ocasión hizo gala de su aparente elegancia con un semirecogido de lo más informal y completó su estilismo de cine con una estola de piel marrón para cubrirse del frío de la ciudad andaluza.
Llama la atención como a pesar de disfrutar de una vida de lo más discreta en Madrid, cada vez es más común verla asistir a eventos de gran peso mediático en compañía de su pareja. El primero, fue el pasado mes de octubre en Oviedo con motivo de la entrega de los premios Princesa de Asturias, momento en el que aprovecharon para oficializar su relación.
Robert Gavin Bonnar ha sido la primera pareja que hemos conocido a Telma desde que decidiera romper su matrimonio con Jaime del Burgo. Y a juzgar por el cambio radical (para bien) que ha dado a su vida, la hermana de doña Letizia está atravesando una etapa personal muy dulce.