El día de hoy ha sido de lo más ajetreado para Isabel II. La reina de Inglaterra ha vivido una jornada repleta de emociones. Por un lado su nieta Beatriz de York y el multimillonario Edoardo Mapelli han contraído matrimonio en una boda que nadie esperaba que se celebrara hoy. A la ceremonia han acudido muy pocos invitados, pero como no podía ser de otra forma la soberana británica ha sido una de las que no podía faltar. Eso sí, al poco de terminar la celebración la reina de Inglaterra ha puesto rumbo al castillo de Windsorpara protagonizar la que ha sido su reaparición en un acto oficial después del confinamiento. Un acto en el que no ha dudado en pronunciarse sobre el feliz momento que ha vivido su familia esta misma mañana en la boda de una de sus nietas.
Isabel II ha conversado con los asistentes a este acto en el que ha homenajeado al capitán de guerra Thomas Moore sobre lo que ha sentido al ver a una de las hijas del duque de York y Sarah Ferguson pasar por el altar. La soberana británica ha sido breve pero ha dejado muy claro cómo ha vivido este instante que estará para siempre en el recuerdo de su familia. "Mi nieta se casó esta mañana, tanto Philip como yo hemos estado allí, ha sido muy agradable”. Con estas palabras ha hecho referencia a su alegría por el enlace y por el hecho de que tanto ella como su marido Felipe de Edimburgo hayan podido estar presentes.
Con esta confesión Isabel II se convierte en la primera invitada a esta inesperada ceremonia en pronunciarse sobre el acontecimiento. De momento se desconoce qué personas han estado presentes en la boda, pero seguro que Sarah Ferguson, Andrés de York y Eugenia de York han ocupado una de las primeras filas de la capilla. Pero por ahora ni ellos ni los grandes protagonistas del día han hecho referencia a este momento tan feliz.