Beatriz de York pone fecha a su fiesta de compromiso tras el escándalo de su padre, el príncipe Andrés

Las buenas noticias por fin llegan para la familia del duque de York. Después de que estallara el escándalo Epstein y de que el príncipe Andrés renunciara a sus funciones públicas, su hija Beatriz se ha convertido en el centro de todas las miradas.

Beatriz de York, que pasará por el altar en el próximo 2020, aprovechará las fechas navideñas para anunciar formalmente su compromiso con una fiesta en la que no faltarán sus familiares y amigos. Con la ayuda de la reina Isabel II, que ha permitido que esto ocurra, la joven celebrará el próximo 18 de diciembre por todo lo alto su futuro ‘sí, quiero’ con Edoardo Mapelli Mozzi, según ha publicado ‘Tatler’.

La fiesta de compromiso tendrá lugar en el lujoso hotel Chltern Firehouse, situado en un antiguo parque de bomberos del siglo XIX, en donde han organizado celebraciones todo tipo de ‘celebrities’, como Tom Cruise o Kate Moss. Un gran evento familiar al que el príncipe Andrés será invitado, aunque la polémica de las últimas semanas dificultará su asistencia.

Beatriz de York anunció su compromiso con Edoardo Mapelli Mozzi hace tres meses y se espera que el enlace tenga lugar la próxima primavera. Sin embargo, todavía no hay fecha oficial, aunque la reina ya habría dado su aprobación al día que tenían pensado los novios, según ha publicado el periódico ‘Mail on Sunday’. Por ello, se prevé que la familia real emita un comunicado oficial para confirmarla públicamente después de las elecciones de Reino Unido, que tendrán lugar el próximo 12 de diciembre.

Una buena noticia que llega después de unas duras semanas para la princesa Beatriz. “Llora todos los días”, revelaba una fuente cercana a la joven después de que se conociera el escándalo de su padre. Además, su boda también se podría ver afectada, ya que será muy distinta a la de su hermana Eugenia, que hace poco más de un año celebró su ‘sí, quiero’ por todo lo alto. En esta ocasión el enlace se celebrará en privado, sin grandes ostentaciones y con el padrino en uno de sus momentos más delicados.