Un atrevido vestido de novia y una trágica premonición: el aniversario más agrio de Carolina de Mónaco

Hoy se cumplen 41 años desde que Carolina de Mónaco se diese el 'sí, quiero' con Stefano Casiraghi, por lo que hemos querido repasar su innovador vestido de novia

Pablo Sánchez
Pablo Sánchez

Periodista especializado en corazón y actualidad

Carolina de Mónaco
GTRES

Hoy es un día muy especial y destacado en la vida de Carolina de Mónaco (xx años), uno que siempre estará en su memoria como el día en el que se daba el ‘sí, quiero’ con Stefano Casiraghi. Se trató de una ceremonia bastante íntima y sencilla que tuvo lugar en el Salón de los Espejos del Palacio de Mónaco, siendo totalmente distinta a su primera boda en 1978 con Philippe Junot. El 29 de diciembre de 1983, Carolina decidía pasar el resto de su vida con este empresario, al que conoció un año antes, poco después de haber roto su primer matrimonio. Lo que menos esperaba ninguno de ellos es que a los pocos años iban a protagonizar una horrible tragedia que los separaría para siempre. Ahora, en el 41º aniversario de este evento nupcial hemos querido recordar el increíble y moderno vestido de novia que lució la princesa ese día.

El especial vestido de boda de Carolina de Mónaco

La princesa monegasca acababa de perder a su madre, Grace Kelly, en un accidente de coche, además de su reciente divorcio, por lo que conocer a Stefano fue el soplo de aire fresco que tanto necesitaba en esos momentos. Este, siete años menor que ella, se convirtió en uno de sus pilares fundamentales y en el que siempre será el gran amor de su vida, con el que contrajo matrimonio con un sencillo y bonito vestido de Dior creado por Marc Bohan, director creativo en aquel entonces de la casa francesa que diseñó este modelo para la princesa.

Carolina de Mónaco y Stefano Casiraghi
Gtres

Se trata de un vestido cruzado confeccionado en crepé de seda champán con una lazada en la cintura y mangas abullonadas. Sin duda, un diseño muy casual y nada excéntrico, todo lo contrario a la pomposidad que podíamos ver en otras novias de los ochenta. Además, según informan desde ‘¡Hola!’, este costó unas 250.000 de las antiguas pesetas. Sin duda, se trata de un ya icónico diseño que seguro a día de hoy todavía podría inspirar a muchas novias, siendo muy llamativo en su momento por tratarse de un vestido de novia tan poco estridente y con un corte midi, algo nunca antes visto en alguien de la realeza.

Carolina de Mónaco y Stefano Casiraghi
Gtres

En clave beauty, Carolina dejó su media melena suelta, adornándola con una lazada en el mismo tono que el vestido, dejando a un lado las tiaras o coronas que muchas otras princesas usaban en estas ocasiones, mostrándonos la versión más minimalista de esta royal, que quiso tener un enlace de lo más íntimo y personal con el que se convirtió en tiempo récord en su mejor amigo y el hombre de su vida.

La tragedia que sacudió a Carolina de Mónaco y Stefano Casiraghi

Tras esta bonita boda, el matrimonio pudo compartir siete años juntos, tiempo en el que vivieron su personal y más romántico cuento de hadas en el que se convirtieron en las personas más importantes el uno para el otro. Fruto de esta relación nacieron los tres hijos de ambos: Andrea, Carlota y Pierre, pero lo que nadie esperaba es que la tragedia llegaría pronto a sus vidas, separando a Carolina de su gran amor para siempre.

Carolina de Mónaco y Stefano Casiraghi
Gtres

El 3 de octubre de 1990 Stefano fallecía mientras competía en una carrera de motonaútica con tan solo 30 años. El empresario era un fanático de los deportes de agua, de modo que falleció haciendo lo que más amaba, dejando atrás a sus tres hijos y a una destrozada Carolina, que seguramente nunca superará esta horrible tragedia.

Carolina pierde a su "mamá" unos días antes de Navidad

A pesar del fallecimiento de su marido, Carolina siempre mantuvo contacto con su suegra, a la que llamaba “mamá” y de la que ha tenido que separarse para siempre este año, ya que Fernanda Biffi, madre de Stefano, ha fallecido hace apenas unos días a los 99 años de edad en Fino Mornasco, cerca del lago Como. Tan cercana era su relación que pudimos ver a Carolina en su funeral. 

“Mamá Fernanda ha dejado esta vida, una vida vivida con intensidad y una energía increíble”, comentaba su hijo, Marco Casiraghi, a el 'Corriere della Sera'. "Mamá tuvo grandes alegrías y grandes penas, pero fue una mujer que creció durante la guerra y supo afrontar la vida y sus espinas con valentía. Y nos ha dejado a todos ejemplos y recuerdos que nunca olvidaremos", explicaba en este comunicado y añadiendo que "se fue tranquila y rodeada de la familia".

Carolina de Mónaco
Cordon Press

Este también recordó a su madre como una mujer con una "personalidad dinámica”, definiéndola como una “verdadera matriarca” para la que su familia era lo más importante, siendo la pérdida de Stefano el peor golpe de su vida. "Le encantaba reunirnos a todos durante las fiestas navideñas, rodeada de hijos, nueras y nietos, porque tenía un gran sentimiento de familia".