El coronavirus ha vuelto a afectar con fuerza a la familia real británica. Tras los positivos de Carlos de Inglaterra y su hijo Guillermo, quien confirmó hace poco que se había contagiado, la princesa Michael de Kent ha preocupado después de haberse contagiado de la covid-19. A sus 75 años, prima de la reina Isabel II forma parte del grupo de riesgo y lleva tres semanas sufriendo “fatiga extrema y fiebre regular”, tal y como ha informado a Page Six su portavoz, Simon Ataire.
Su portavoz también ha sido el encargado de confirmar que la princesa Michael de Kent ha cogido el coronavirus después de que una de las trabajadores enfermara. Desde entonces, se encuentra en el palacio de Kensington, donde preocupa por su delicado estado de salud. En esta residencia también se encuentra su marido, quien está aislado aunque no ha dado positivo.
A pesar de no ocupar la primera línea de la realeza, María Cristina von Reibnitz es uno de los miembros de la casa real británico que más polémicas ha protagonizado. Una de las más sonadas tuvo lugar en diciembre de 2017, durante la tradicional comida de navidad que la reina Isabel II suele celebrar en el palacio de Buckingham. Una ocasión para la que la princesa decidió lucir un broche Blackamoor, un tipo de joyería originaria del siglo XVI, muy controvertida por fomentar el racismo. Aunque aseguró que se trataba de un regalo, tuvo que prometer públicamente que no la volvería a utilizar.
La princesa Michael de Kent es la tercera miembro de la casa real británica en ser diagnosticada con el coronavirus. Hace tan solo unas semanas se conocía que el príncipe Guillermo también sufrió la enfermedad el pasado abril, pero que se decidió ocultarlo para no preocupar en un momento en el que su padre acababa de dar positivo en el test.