La reina Letizia (52 años) ha vuelto al trabajo este martes y la sorpresa ha sido enorme cuando la hemos visto aparecer a las puertas de la sede de la Federación Española de Enfermedades Raras acompañada de María Ocaña. Ocultadas de la lluvia bajo un enorme paragüas que portaba la consorte, ambas dejaban entrever la magnífica relación que mantienen mientras compartían risas y confidencias.
Aunque por regla general María siempre ocupa un lugar discreto a la sombra de la Reina, hoy ha gozado de un enorme protagonismo por culpa de la lluvia. Pero, ¿quién es realmente María Dolores Ocaña Madrid?
Fue el pasado mes de abril cuando María se puso al frente de la Secretaría de la reina Letizia. Por primera vez, una mujer era elegida para llevar a cabo una labor que, hasta la pasada primavera, y desde el año 2014, fecha en que la asturiana y su marido heredaron la Corona, realizaba el general José Zuleta. Actual mano derecha de la Reina, de ella se sabe que es Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. En 2003 ingresó en el Cuerpo de Abogados del Estado y, desde 2020, venía ejerciendo como jefa de la Abogacía del Estado en el Ministerio de Educación y Formación Profesional, con la ministra Pilar Alegría.
Con experiencia en actividad consultiva y contenciosa y la gestión de equipos, destaca su capacidad de liderazgo, la motivación para el trabajo y un carácter que facilita un entorno agradable y positivo de trabajo. Solo hay que ver lo bien que se lleva con doña Letizia para entender el por qué la eligió para guiar su papel dentro de la Corona.
La misión de Ocaña es "el estudio, preparación y ejecución de los asuntos relacionados con las actividades" de la reina consorte, a la que acompaña de manera habitual en sus distintos eventos oficiales. Como hoy.
Respecto a su vida personal es poco lo que se sabe. Ha trascendido que tiene tres hijos. De hecho, fue madre casi al mismo tiempo que la Reina.
María Ocaña también se ocupa de la agenda de la infanta Sofía
Además, Letizia le encomendó el reto de coordinar la agenda personal de la infanta Sofía, que está a punto de finalizar su segundo curso de bachillerato en el UWC Atlantic College de Gales (Reino Unido). "Como las dos hijas de la pareja real no cuentan actualmente con un equipo dedicado a ellas, las agendas de la princesa Leonor y la infanta Sofía son gestionadas por los equipos de sus padres", recordaba hace poco la revista francesa Point de Vue. "A partir de ahora, el despacho de Felipe VI se ocupará exclusivamente de la Princesa de Asturias, mientras que el de la Reina se concentrará en su hermana pequeña. A sus casi 18 años, Sofía de Borbón y Ortiz ya ha debutado en solitario, el primer paso hacia una verdadera agenda institucional.
El gran trabajo de su antecesor en el cargo
No cabe duda de que, en esta nueva etapa de su vida pública, la experiencia y la amabilidad de María Dolores Ocaña le serán de gran ayuda a la infanta. Como tampoco es cuestionable que Zuleta ha dejado el listón muy alto. Fue él quien por ejemplo ayudó a pulir la actitud vehemente y poco diplomática que Letizia exhibía al principio, y que valió para que algunos opinaran públicamente que una mujer tan impulsiva no podía ser la esposa de un rey.
"Zuleta pronto congenió con Letizia, algo que no le ha resultado fácil a otros empleados de palacio. Afable y propenso a la sonrisa, siempre ha ejercido de amortiguador en momentos complicados", escribió Mabel Galaz en su libro 'Letizia real', donde también apunta que la asturiana solía atender sus recomendaciones y que el de Melilla era el único de sus colaboradores que se atrevía a decirle la verdad.
Desconocemos si Letizia llegará a desarrollar un vínculo profesional tan fuerte con su nueva mano derecha. Lo que sí sabemos es que Ocaña y ella guardan ciertos paralelismos. Para empezar, la abogada del Estado también cuenta 51 años, está casada —con el economista Álvaro Sanmartín Antelo— y es madre de varios hijos con edades similares a las de la princesa Leonor y su hermana.
Por otro lado, se comenta que Ocaña también tiene su temperamento, una manera de ser que la ayudó mucho en los años que pasó trabajando en las altas esferas de la administración pública, donde los conflictos están a la orden del día, y que podría resultarle bastante útil en estos tiempos inciertos que vive una monarquía dependiente de la popularidad.