El 'annus horribilis' de la reina Sofía: los dos golpes que han roto su total tranquilidad

La reina Sofía ha vivido uno de los años más complicados de su vida. Analizamos uno por uno los eventos que han marcado su 2023

Adrián López
Adrián López

Redactor digital de Lecturas

Reina Sofía
GTRES

La Reina Sofía (85 años) ha tenido uno de los años más complicados de toda su vida, pero no ha sido la única porque en general ha sido un 2023 muy intenso para la familia real española. Desde la institución han celebrado momentos históricos como la jura de la Constitución en las Cortes de la princesa Leonor, justo el día en el que cumplió 18 años, o han tenido que surfear la polémica de la Reina Letizia con su cuñado, Jaime del Burgo. Sin duda algunos eventos inusuales que han marcado a todos, aunque nada que ver con el 'annus horribilis' que ha vivido la emérita, que empezó el año despidiendo a su hermano Constantino de Grecia, que falleció a los 82 años el 10 de enero y lo despidieron en la catedral metropolitana de Atenas. 

La muerte de Constantino de Grecia

Una pérdida pérdida que sumió a la mujer de Juan Carlos en una profunda tristeza y es que no es ningún secreto que Sofía sentía predilección por su hermano pequeño. Ni la distancia, ni el paso del tiempo, ni las polémicas familiares, como la que enfrentó a la reina Letizia con Marie Chantal en 2018, rompió ese vínculo fraternal que permaneció intacto hasta entonces. La madre de Felipe VI siempre estuvo siempre pendiente de él, sobre todo en los últimos años en los que la salud de Constantino se vio muy deteriorada. Aunque el contacto telefónico nunca les faltó, eran habituales sus viajes a Grecia para pasar tiempo con él, días en los que seguro aprovechaban para intercambiar confidencias y recordar con una sonrisa algunas de las pericias que hacían siendo unos niños.

El mal del olvido de Irene de Grecia 

Y cuando parecía que las cosas no podían ir a peor, la revista Lecturas reveló en exclusiva que su hermana Irene de Grecia estaba aquejada del llamado "mal de olvido". Un hecho tristísimo y doloroso que debe haber hecho más difícil este año para la monarca española. Desde que falleció la reina Federica de Grecia, Irene se convirtió en la sombra y hogar de la reina Sofía. Allí donde iba una, iba la otra. Un lugar seguro donde ser ella misma. La abuela de la infanta Sofía sabe que el tiempo con su hermana es muy valioso y por eso no se olvida de ella. Tanto es así que fue su acompañante durante los Premios BMW de Pintura. Y es que desde que falleció su madre, la hermana de la emérita se marchó a Zarzuela, donde es una más. Las dos un pack indivisible: cada noche cenan juntas y comparten rutinas en Palacio, donde las dos viven en la misma planta. 

Reina Sofía e Irene de Grecia

Reina Sofía e Irene de Grecia, muy unidas. 

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La mediación con Elena y Cristina con Letizia 

Aunque no todo ha sido malo durante este 2023, Sofía se encuentra en medio de una batalla entre Cristina, Elena y Letizia. A pesar de que la relación con su nuera no es perfecta, la emérita hace todo lo posible porque la familia esté unida. Una tarea que a veces se complica. De hecho, el pasado noviembre, cuando cumplió los 85, la mujer de Juan Carlos vivió un momento de gran tensión. A pesar de que buena parte de sus nietos quisieron acompañarla en este día tan especial, un almuerzo en casa al que asistieron los reyes Felipe y Letizia, sus hijas Leonor y Sofía, además de las infantas Elena y Cristina junto a Irene y Miguel Urdangarin y Ana María de Grecia, con la que guarda una magnífica relación, la verdad es que la madre del Rey intentó calmar las aguas para disfrutar de la unidad de su familia. Y es que, según apuntó 'Vanitatis', la emérita tuvo mucho que ver en que sus hijas aceptaran la invitación de los reyes al cumpleaños de Leonor por que las Infantas no entienden el trato que se le está dando al rey Juan Carlos por parte de la Corona, y así se lo hicieron saber a su hermano. Cabe recordar que el emérito tiene terminantemente prohibido poner un pie en Zarzuela, de ahí que tuviera que abandonar la fiesta de Leonor a toda prisa.

Las lágrimas por Emilio Lora-Tamayo, un gran amigo de la reina Sofía

El pasado octubre Sofía no puedo contener las lágrimas tras escuchar el discurso del hijo de Emilio Lora-Tamayo durante la entrega del premio rector honorario vitalicio en la Universidad Camilo José Cela, donde pudimos verla como nunca antes. La reina, tras entregar el galardón a Emilio Lora-Tamayo, físico y expresidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, rompía a llorar desconsoladamenteEl rector honorífico necesitó ponerse un aparato para poder continuar y en ese momento Sofía se derrumbó. Tras recomponerse, la madre del Rey quiso inclinarse hacia él y dedicarle unas bonitas palabras. "Nunca me olvidaré de los momentos que hemos pasado juntos en el coto de Doñana", dijo haciendo referencia a la gran amistad que los une. 

Sofía termina el año feliz 

Después de tanto disgustó, la verdad es que Sofía va a terminar el año con una gran alegría. El pasado 20 de diciembre la familia Borbón volvió a dejar constancia de su unión ante las cámaras. Después de hacer frente a sus compromisos profesionales en la Fundación Maphre, la infanta Elena reunió a gran parte de su familia en un popular restaurante del centro de Madrid para soplar las velas por su 60 cumpleaños. Aunque es cierto que la presencia de los reyes Felipe y Letizia no estaba confirmada, al comprobar que tenían libre de actos oficiales sus respectivas agendas su asistencia era casi un secreto a voces. Gesto que evidenció que intentan al menos hacer piña en los momentos complicados. Y es que unos días antes había saltado la bomba de la supuesta relación de la Reina con su excuñado. Un momento muy tengo que provocó una unión que ha hecho muy feliz a la emérita.