Mary de Dinamarca (51 años) está en el ojo del huracán desde que el pasado 7 de noviembre Lecturas publicara en exclusiva un reportaje fotográfico del príncipe Federico disfrutando de un día muy especial con Genoveva Casanova. Imágenes que no tardaban en dar la vuelta al mundo y han puesto en entredicho su matrimonio.
Después de catorce días refugiada en palacio, la australiana ha retomado su agenda institucional con el único objetivo de dar normalidad a una situación candente no solo en Dinamarca sino también en España. Mary reaparecía en solitario en el Ayuntamiento de Copenhague para presidir una cena de gala en honor a la vicepresidenta de Vietnam. Un día después, la sorpresa era máxima al ver al matrimonio juntos de nuevo. Un encuentro meramente profesional en el que se mostraron muy serios y distantes, detalle que no pasaba desapercibido para nadie y provocaba que la prensa danesa hable de una hipotética separación que la reina Margarita no estaría dispuesta a tolerar.
Con este nuevo paso al frente, Mary Donaldson ha hecho gala de su profesionalidad, competencia que nos ha llevado a indagar en uno de los rincones más importantes del Palacio de Frederik VIII: su despacho.
"Se sienta con su ordenador o en la sala de estar mientras la televisión está de fondo. Siempre debe estar todo absolutamente perfecto", declaraba su hija Isabella hace solo unos meses haciendo referencia al perfeccionismo de su madre, una pulcritud que queda patente en este rincón donde pasa tantas horas al día.
Todos los detalles del despacho de Mary Donaldson
Gracias a las redes sociales de la casa real danesa hemos podido conocer con detalle el despacho de la mujer de Federico de Dinamarca. Un espacio muy amplio y luminoso con vistas al jardín donde un gran escritorio de madera corona la estancia con paredes blancas y remates dorados, que le dan un toque muy royal al lugar.
Sobre la mesa no puede faltar un ordenador de gran pantalla con una webcam, una impresora, todo tipo de bolígrafos y post-its para hacer apuntes en cualquier momento. Las flores colocadas en un jarrón de cristal le aportan un extra de frescura y vitalidad al espacio, y justo al lado tres candelabros de plata con velas blancas que aportan mucha calidez.
Si lo comparamos con el minimalismo del de la reina Letizia, donde el blanco es el gran protagonista solo contrastado por una librería el despacho de Mary destaca por ser más hogareño. Llaman la atención justo al lado de la puerta los cuatro retratos en blanco y negro de sus hijos: Christian, Isabella, Vincent y Josephine. Justo debajo hay una pequeña mesa redonda repleta de libros que da paso a la zona de reuniones. Al otro lado, una imponente librería en una madera más oscura contrasta con la calidez del espacio, perfecto para las largas e intensas jornadas de trabajo.
Las obras de arte tampoco faltan en el despacho de Mary. Conocido por todos es la pasión y el interés de Federico de Dinamarca por los cuadros. De ahí que no sea de extrañar que en el despacho de su mujer encontremos dos lienzos completamente diferentes pero que reflejan a la perfección la personalidad de la princesa. Por un lado, una pintura de estilo ecuestre con la silueta de un caballo, su animal favorito; y al otro una obra mucho más colorida y abstracta.
Después de dos décadas como miembro oficial de la casa real, Mary Donaldson ha conseguido hacer suyo su despacho en el Palacio de Frederik VIII. Un lugar muy especial y cargado de mensajes que conecta directamente con el de su marido.