El ambivalente mensaje que oculta el balance de 2024 de la reina Sofía tras su época más complicada

Siempre es difícil hacer balance del año que se va. ¿Han pesado más las cosas buenas o las malas? ¿Hemos aprendido? ¿Podríamos haber hecho más? De una manera u otra, lo que sí está claro es que el 2024 no ha sido el mejor año para la reina Sofía (86 años). La madre de Felipe VI (56 años) ha tenido que ver cómo su marido, el rey Juan Carlos (86 años) volvía a ocupar los titulares por varias polémicas. La supuesta publicación de sus memorias, sus fotografías con Bárbara Rey o las llamadas telefónicas con la exvedette, en la que hablaba sin tapujos de su esposa o de su papel como rey. Además, han salido nuevos nombres de actrices y cantantes que podrían haber sido amantes del emérito.

Un revuelo que, inevitablemente, la ha salpicado. A pesar de todo ello, si algo ha demostrado Sofía es saber actuar con serenidad y entereza. Lejos de huir del ojo público o mostrarse avergonzada por ver aspectos de su vida privada salir a la luz, la emérita ha mantenido la cabeza bien alta. La abuela de la princesa Leonor (18 años) ha continuado adelante con su agenda de compromisos y también ha sacado tiempo para pasar tiempo con su familia, como en la boda de Teodora de Grecia o su reciente asistencia a un partido de su nieto, Pablo Urdangarin.

Una conducta y compromiso con la Corona que se ha visto reflejado en el balance que la Casa Real ha hecho de la madre de la infanta Cristina. Como ya lleva haciendo estos últimos días, el perfil oficial de la familia real ha compartido las imágenes más importantes de cada miembro. Felipe, Letizia, Leonor y Sofía ya han tenido su turno y, este lunes, le ha tocado a la emérita.

La reina Sofía, ensalzada como una figura esencial

Un rápido vistazo a las 20 fotografías escogidas por Zarzuela nos manda un mensaje rápido: la reina Sofía ha tenido un papel más que destacado este 2024. En todas ellas la vemos en actos a los que ha acudido, como el acto conmemorativo del XIX aniversario de la creación de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid).

Uno de los más importantes a nivel personal es su investidura como doctora Honoris Causa por la Universidad CEU San Pablo, un reconocimiento a toda una vida. O recibir la Medalla de Oro de Baleares, para la que se animó a dedicar unas palabras. "He tenido el privilegio de disfrutar, durante más de medio siglo, que se dice pronto, de estas maravillosas islas y de sus gentes. Espero poder seguir haciéndolo muchos años más", expresó. 

De hecho, entre las fotos recopiladas podemos ver una de la tradicional recepción en Marivent con su hijo y su nuera, la reina Letizia. Y, por supuesto, los Premios Princesa de Asturias, una de las pocas oportunidades de ver a la familia real junta e interactuando. 

También, hay varias imágenes que consolidan el compromiso de la emérita con la naturaleza y el medio ambiente nacional. Por ejemplo, hemos podido ver instantáneas de su visita al Parque Natural Montaña Palentina, donde se interesó por su programa sobre ecología y protección de la fauna y flora de esta zona. Lejos de quedarse aquí, participó activamente una suelta de tortugas en la playa de Las Teresitas, en Tenerife.

Otra de esas causas en las que Sofía se ha volcado es en ayudar a las personas y colectivos en riesgo de exclusión social, con visitas al Banco de Alimentos de Huelva, que ayudó a centenares de personas durante y después de la pandemia, o la Fundación Instituto San José, que se dedica a la rehabilitación neurológica y funcional y atención a la discapacidad en la capital.

Por supuesto, no podía faltar la cultura. La emérita no puede ocultar que disfruta muchísimo de los eventos en los que la pintura, la música o la escritura son protagonistas. Lo podemos ver en las imágenes de la entrega de Premios BMW,  en la reunión del Círculo Internacional, órgano de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, que tiene lugar anualmente y en las de su visita a la exposición Picaso en Creta: La alegría de vivir, que la madre de la infanta Elena pudo ver en un viaje a su país natal.

En esta línea, no podemos olvidar su total apoyo al equipo español durante los Juegos Olímpicos de París 2024, como en la gran final de waterpolo femenino o la gimnasia rítmica acuática. En definitiva, toda una serie de actos con los que Casa Real destaca el valor de la reina Sofía como miembro activo de la monarquía y en la que reconoce y ensalza su labor en una época en la que su figura ha sido ninguneada por conversaciones y situaciones del pasado.

El mensaje ambivalente del balance de la reina Sofía

A pesar del potente mensaje con el que la Casa Real ha querido honrar el papel de la reina Sofía es inevitable percibir que hay cierta ambigüedad. Repasando las fotos de nuevo nos percatamos de una diferencia con el resto de resúmenes que se han hecho: no hay ninguna foto tierna o familiar con su hijo, nuera o nietas. Si nos fijamos en el balance de la reina Letizia, hay varias fotografías en las que podemos verla abrazada con su hija Leonor o la alegría y orgullo con la que ella y la infanta Sofía recibieron a la primogénita en uno de sus grandes actos como cadete.

También podemos ver alguna que otra mirada cómplice con el rey, transmitiendo una proximidad y cercanía. Además, también la vemos dándose un baño de masas y haciéndose selfies. Incluso se han atrevido a subir una de las imágenes de su visita a Paiporta cuando los monarcas fueron recibidos con insultos y proyectiles de barro. Una prueba más de su preocupación por la Comunidad Valenciana.

En cambio, la reina Sofía no cuenta con este tipo de instantáneas. Las únicas fotos en las que aparece con miembros de su familia son durante la mencionada recepción en Marivent y los Premios Princesa de Asturias. En ellos, la emérita aparece junto a su familia, sí, pero no interactúa con ellos como una familia normal.

Son imágenes protocolarias, serias y adecuadas. Nada de intimidad o ternura. Algo que choca frontalmente con el elogio a su rol. De esta manera, estas fotografías mandarían un mensaje ambivalente: una reina digna y valorada por su papel, pero con la que no se intercambian gestos de cariño.