La Casa Real holandesa ha vivido un día histórico este miércoles, 8 de diciembre. Tras cumplir la mayoría de edad, Amalia de Holanda ha dado un paso de gigante en su camino como heredera al trono. La primogénita de Máxima y Guillermo ha protagonizado su primer acto institucional como Princesa de Orange presidiendo en Consejo de Estado junto al Rey.
Amalia de Holanda llegaba al palacio de Kneuterdijk en La Haya acompañada de sus padres. Visiblemente nerviosa, la joven se agarró del brazo de su padre mientras saludaba a todos los curiosos que no paraban de aclamarles.
Para este día tan señalado y a diferencia de su madre que volvía a acaparar los flashes gracias a un abrigo de color fucsia y pamela, la princesa se ha decantado por un sobrio vestido estampado de color azul marino, escote en V y numerosas tablas que combinó con un abrigo de paño a juego, salones de tacón, cartera de mano y foulard.
Los reyes Máxima y Guillermo de Holanda junto a su hija Amalia a su llegada al Palacio Kneuterdijk en La Haya
El rey Guillermo Alejandro, como presidente del Consejo de Estado, ha presentado a su hija Amalia como nuevo miembro, un cargo que le corresponde al llegar a la mayoría de edad. Eso sí, como en el caso de sus padres, su cargo es solo simbólico ya que no tiene ningún poder de decisión. "Es un gran placer para mi esposa y para mí estar entre ustedes, junto con nuestra hija mayor. Estamos orgullosos de acompañarla en su ingreso a este Consejo, que cumple tan importante función en nuestro estado constitucional democrático", ha dicho el rey con sumo orgullo.
Después del nombramiento, Amalia de Holanda ha dado su primer discurso en público. Todo un reto que ha solventado con creces y con gran serenidad en el que ha recalcado que no existe "una escuela para ser reina como la hay para ser panadera o abogada". Finalmente, ha rescatado las palabras que su abuela, la princesa Beatriz, recitó en el mismo lugar hace más de 60 años: "Durante mucho tiempo, miembros del Consejo de Estado, me consideraré su alumna. Intentaré ser consciente de mi responsabilidad y ser una buena estudiante".
Después de este acto institucional, los Reyes acompañaban a su hija al jardín francés del palacio, donde la heredera ha plantado una lima real como manda la tradición, una escena cargada de simbolismo.