No son buenos momentos para la princesa de Mette-Marit (51 años). Desde hace meses la mujer de Hakoon no gana para disgustos con su hijo Marius, acusado de maltrato y violación a varias de sus exparejas. Lo cierto es que la Casa Real de Noruega no se encuentra en una de sus mejores épocas. No solo la salud del Rey Harald preocupa a la población, todas las polémicas relacionadas con el joven tienen a la corona tiritando.
Hace tan solo unos días que el hijo de la princesa, fruto de una relación anterior al futuro rey de Noruega, era acusado, según ha asegurado la policía, por violación. Unos hechos que habrían ocurrido en Oslo a finales del mes de octubre y que se suman a las anteriores detenciones de Marius en pocos meses. Sin duda una situación con la que su madre se ha visto envuelta en una concatenación de tragedias que la tienen entre la espada y la pared, entre la corona y su hijo.
Por suerte para Mette-Marit este miércoles 20 ha tenido un pequeño alivio que la ha dejado respirar en medio de la tensión. Y es que Marius, que la mañana de este día ha tenido audiencia en el tribunal, no ha podido ser fotografiado en un momento tan controvertido. De hecho, según la televisión noruega 2 y algunos de los medios de comunicación, la prensa no ha podía grabarlo en su entrada o salida de la corte, al menos que él diera de nuevo su consentimiento.
A pesar de que estas son reglas estándar para todos los acusados en Noruega, que se hubiera podido inmortalizar este momento podría haber sido un nuevo golpe para la familia real. Aunque Marius no pertenece a la misma ni tiene ninguna responsabilidad con la institución, ser el hijo de la princesa y futura reina del país está provocando un gran revuelo en la corona y una fotografía de este tipo haría mucho daño a la monarquía.
Pero no solo eso, Marius había pedido a través de su abogado que querían una apertura de los medios total, algo que a lo que la policía se ha negado porque creían que la audiencia constitucional debía realizarse a puerta cerrada. Sin duda un gesto de las autoridades del que seguro se alegra su madre, ya que piensa que cuanto más sepan los medios mayores consecuencias habrá para la corona noruega.
Desde 'VG' escriben que Øyvind Bratlien, abogado del joven, no cree que haya fundamento para el encarcelamiento porque los vídeos que han presentado como prueba muestran, "vistos en contexto", que no ha ocurrido nada delictivo. "Otras pruebas del caso también lo demuestran, por lo tanto no se deberían haber presentado cargos", dicen en el citado medio, donde afirman que "el caso tiene muchos más matices de la impresión que pueda dar".
Además, de camino al tribunal de Oslo, el abogado de la denunciante, Hege Salomon, ha asegurado que su cliente está muy preocupada por que se revele su identidad: "Está pasando por un momento muy difícil. Está en una situación muy complicada. Además de haber estado expuesta al asunto penal, también tiene esa enorme carga con la cobertura de prensa. Tiene miedo de que la gente descubra quién es o dónde vive, etc. Por eso recomiendo encarecidamente proteger su privacidad y su derecho a la privacidad", ha explicado el letrado.
Primeras palabras de Hakoon
Pocas horas después de que Marius Borg Høiby tuviera que acudir a la audiencia constitucional, el príncipe heredero Haakon se ha reunido con la prensa y ha dado algunas feroces declaracionessobre las acusaciones que pesan sobre su hijastro.
"Como familia y padres, por supuesto nos preocupamos por la ayuda que necesita Marius y hemos trabajado durante mucho tiempo para llevarlo a un lugar donde pueda recibir más cuidados y rehabilitación", ha asegurado el marido de Mette-Marit en 'NRK'. El hijo de Harald, que actualmente se encuentra en Jamaica, ha afirmado además que está deseando volver a casa con su familia, al mismo tiempo que ha destacado que Marius se enfrenta a una acusación muy grave. De hecho, Hakoon ha exlicado además que confía en que el sistema legal noruego esté haciendo un "buen trabajo" en el manejo del caso.
Quien también ha reaparecido públicamente tras la audiencia es Mette-Marit, que ha acudido a un evento esta misma tarde. Sonriente y saludando a la prensa, la princesa ha querido olvidarse un momento del disgusto que está viviendo. Por ahora prefiere continuar con su vida y no tener en mente que la pena por violación en virtud del artículo 291 es de hasta diez años de prisión, la de abuso sexual es de seis y la de lesiones corporales conlleva una multa o hasta un año de cárcel.
Lo que destacan los medios noruegos es que el rey tiene inmunidad y no puede ser castigado, pero lo cierto es que Marius no goza de ese privilegio porque no se encuentra en ninguna posición de la línea sucesoria, situación por la que sí parcialmente estaría protegido.