Alberto y Charlene de Mónaco, ocho años de casados

El soberano y su esposa contrajeron matrimonio en julio de 2011 con dos ceremonias; una civil el día 1, y otra religiosa el día 2

Boda Alberto y Charlene de Mónaco
Gtres

El 2 de julio de 2011 y tras tres días de celebraciones en Mónaco, llegó el momento más esperado para Alberto y Charlene, la ceremonia religiosa de su boda con la que sellarían una relación que comenzó en el año 2000, cuando se conocieron en las Olimpiadas de Sidney. El evento tuvo lugar en el Patio de Honor del palacio Grimaldi, que se transformó en una iglesia para ofrecer a los novios una ceremonia en la que se combinó la tradición monegasca con toques sudafricanos, en honor a Charlene Wittstock.

Hoy, 2 de julio de 2019, la pareja celebra su octavo aniversario. Aún no se ha anunciado que vaya a haber celebración oficial del acontecimiento. Lo que sí es seguro es que la pareja lo celebrará a puertas cerradas junto a sus dos pequeños Jacques y Gabrielle, como en los últimos años están viviendo sus fechas más conmemorativas. Por el momento, realizamos un repaso por la vida de la pareja desde que se conocieron.

Fue en las Olimpiadas de Sidney del año 2000 cuando el príncipe monegasco y la por entonces campeona olímpica coincidieron por primera vez, pero pasaron casi seis años más hasta que se les viera juntos por primera vez. Su relación comenzó en 2006, cuando se les pudo ver en una actitud muy cariñosa a bordo de un barco durante un viaje que realizaron juntos por el Caribe.

Meses más tarde, y después de que aquellas imágenes en alta mar dieran la vuelta al mundo, Alberto presentó a Charlene Wittstock durante el Gran Premio de Fórmula 1 en mayo de 2006, donde hizo oficial su relación con ella.

Ese mismo año, la ex nadadora asistió a una de las citas más importantes para la casa Real de Mónaco: el Baile de la Rosa. Pero no fue hasta la siguiente edición del evento más importante del Principado (en 2007) cuando Wittstock posó en la foto de familia como un paso más hacia el compromiso entre ambos.

A punto de comprometerse formalmente, mucho se habló del rígido contrato matrimonial que Charlene tuvo que firmar antes de casarse con el príncipe Alberto. Entre las cláusulas del mismo, constaba el convenio de que la sudafricana tenía que darle un heredero al monegasco para asegurar la continuidad de la dinastía. Además, el matrimonio debía durar al menos cinco años, duración que a día de hoy han superado con creces.

Boda Alberto y Charlene de Mónaco
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En junio de 2010 se hizo oficial el compromiso de la pareja y se cerró fecha de boda. Habían pasado cuatro años desde que se hizo pública su relación. Charlene lució una impresionante sortija de diamantes que le había regalado su prometido para la petición de mano. Al poco tiempo, Charlene se instalaba en la residencia de verano de los Grimaldi para comenzar una nueva vida en la que se convertiría en princesa de Mónaco.

A día de hoy, Charlene y Alberto continúan su vida en familia juntos, cuidando de sus mellizos Jacques y Gabrielle. Sin embargo, pocas son las ocasiones en las que se les ve juntos en un acto oficial. Por lo general, sus agendas están organizadas para que asistan a compromisos por separado, sobre todo por la escasa actividad social que la princesa tiene desde que fue madre.