Mallorca se ha convertido este pasado fin de semana en el escenario elegido para un enlace real más. Y han sido el príncipe Joaquín Alberto de Prusia, bisnieto del último káiser de Alemania, Guillermo II, y la madre de su hija, Angelina de Solms-Laubach, los que quisieron sellar su amor con una ceremonia religiosa en la iglesia de Monti-Sion, en el municipio mallorquín de Pollensa.
Este privilegiado enclave, que cuenta con unas vistas espectaculares a toda la isla balear, fue testigo de un enlace rodeado de familiares y amigos, entre los que destacaron los pequeños pajes que acompañaron a la novia hasta el altar. Entre ellos, se echó en falta a la pequeña Georgina, nacida el pasado septiembre, hija del príncipe y Angelina.
La novia lució un vestido sencillo con detalles en encaje, sin mangas y con un escote discreto y elegante. El velo, realizado en encaje de chantilly, nacía de la parte de arriba del recogido, que iba adornado con algunas flores, y se combinaba con una larga cola, protagonista de todas las fotos. El ramo estuvo compuesto por pequeñas flores en tonos azules y blancos, a juego con los adornos del pelo de la condesa. Por su parte, el novio escogió un original chaqué azul oscuro combinado con chaleco amarillo y corbata azul.
El broche final, al que se le añadió un toque muy alemán, fue el volkswagen descapotable vintage de color rojo con el que los recién casados abandonaron la iglesia. Sin duda, un momento muy especial con el que protagonizaron algunas de las instantáneas más divertidas.