La coronación de Carlos III y Camilla Parker ha llegado a su fin, y con él decenas de imágenes y momentos para el recuerdo. El pasado sábado, en la Abadía de Westminster, nos quedamos con las ganas de ver al completo el vestidazo de inspiración nupcial que había elegido Kate Middleton (41 años) para la ocasión. La tradicional capa azul y roja que se colocó por encima ocultaba casi al completo el diseño pero, que no cunda el pánico porque, al fin, hemos podido verlo al detalle.
Este lunes, como broche de oro a los festejos, la Casa Real británica ha compartido varios retratos oficiales de los recién estrenados Reyes de Inglaterra. En una de las imágenes, Carlos y Camilla posan con el resto de la familia real desde uno de los salones del Palacio de Buckingham, única oportunidad que hemos tenido para ver al detalle el vestido de Kate Middleton.
Diseñado en exclusiva para ella por Alexander McQueen, su modisto de confianza. A corde con Camila, todas las mujeres de la familia real eligieron el blanco, aunque cada una en su estilo. Kate brilló con un look de inspiración nupcial con cuerpo ajustado y falda en forma de A confeccionado en crepe de seda con bordados metalizados. Gracias a esta imagen, hemos podido comprobar que el modelo presentaba unas hombreras muy marcadas, y los bordados florales caían en el bajo, en los puños y en la zona del escote, muy discreto en forma de V ligeramente levantado. Una auténtica joya estilística cuyo precio es un misterio.
Posado oficial de la familia real británica tras la coronación
Un tocado ‘joya’ para el recuerdo para Kate Middleton
Las normas de vestimenta eran claras. Nada de tiaras, ni siquiera para la princesa Gales. Y así fue… Aunque parecía que Kate Middleton lucía una corona de valor incalculable, nada más lejos de la realidad. Ni diamantes, ni brillantes ni piedras preciosas. Se trataba de un tocado inspirado en la naturaleza creado en cristal y plata por el propio Alexander McQueen en colaboración con Jess Collet.
A juego, en una versión mini, su hija Charlotte (8 años), quien hizo las delicias de todos los presentes con su coquetería.
La princesa de Gales no dejó nada al azar. Sobre su escote brillaba el impresionante collar de festón que Jorge VI le regaló a su hija, Isabel II cuando era solo una adolescente. Cerró su impresionante look con los pendientes de perlas australianas y diamantes de Lady Di, un gesto que no ha pasado desapercibido para nadie y que confirma que a pesar de su muerte, Diana sigue presente en la vida de sus hijos.
Las dos grandes ausencias en el retrato oficial
Ha sido imposible no hacer referencia a las ausencias en el retrato oficial de los Reyes de Inglaterra. A su lado, los príncipes de Gales y, por tanto, herederos al trono. Tampoco faltaron los duques de Edimburgo, Eduardo y Sophie, así como la princesa Ana junto a su marido Timothy Laurence, y los duques de Gloucester, el duque de Kent y Alejandra de Kent.
El príncipe Harry ha sido el gran ausente de este posado familiar. El hijo pequeño de Carlos de Inglaterra decidió romper con todo lo relativo en la Casa Real en 2020, y su estancia en Londres con motivo de la coronación pasó a un rotundo segundo plano. Sin tiempo que perder, el duque de Sussex cogió un vuelo rumbo a California tras la ceremonia en la Abadía de Westminster, gesto que también le hizo faltar al tradicional saludo desde el balcón del palacio de Buckingham.
Pero la ausencia de Harry no es la única de esta foto histórica. A él se ha sumado su tío Andrés, salpicado por muchas polémicas en los últimos meses.