La princesa Leonor (18 años) acaba de dar comienzo a su segundo año de formación militar. El pasado 29 de agosto se estrenaba como guardamarina en la Escuela Naval de Marín. En solitario, uniformada, y en calidad de princesa de Asturias, la joven paseó por todas las instalaciones junto al director del centro interesándose por todo lo que veía a su paso.
Las imágenes de Leonor en Marín daban la vuelta al mundo. Todos coincidían en su profesionalidad, saber estar y destacaban lo bien que defiende los uniformes militares. El prestigioso diario 'The Times' le dedicaba un artículo en el que la definía como una auténtica "princesa Top Gun", apelativo que hace referencia a la popular película protagonizada por Tom Cruise que cuenta la historia de un piloto de combate.
Mundialmente conocida desde su nacimiento, en cada una de sus apariciones públicas es analizada con lupa junto a su hermana Sofía. Sus gestos, sus estilismos... un poder que lejos de disminuir ha ido in crescendo desde que cumplió la mayoría de edad el pasado 31 de octubre. La 'Leonormanía' se desató dentro y fuera de nuestras fronteras, los más jóvenes empezaban a acercarse a la Corona gracias al interés que suscita la princesa, y ellas copian sus estilismos hasta agotarlos. Pero la cosa no se ha quedado ahí...
El 'efecto Leonor' llega al Ejército
'The Times' apunta que Leonor también ha despertado el interés en el universo castrense, tanto que, según la mencionada publicación, "el número de mujeres que solicitan entrar en las filas ha aumentado un 12% en el último año". Una cifra nada desdeñable que pone de manifiesto la enorme influencia de la heredera al trono con solo 18 años.
Cabe recordar que la promoción en la que se encuentra Leonor está formada por 70 hombres y ocho mujeres, una clara diferencia de sexos que, teniendo en cuenta los datos anteriormente facilitados, podría cambiar en el futuro, algo muy positivo para la Armada.
El síndrome de Pitufina que podría afectar a la princesa Leonor en Marín
Solo dos meses después de alzarse con el título de alférez del Ejército de Tierra, la princesa Leonor ha dado comienzo a su segundo año de formación militar en la Escuela Naval de Marín. Es en la Armada donde la hija de los reyes podría sufrir el síndrome de Pitufina, un complejo que sucede en ciertos ámbitos laborales y sociales en los que la mujer puede llegar a sentirse aislada o en desventaja por ser minoría en un grupo predominantemente masculino.
Sea como fuere, a juzgar por las imágenes que ha compartido la Casa Real la princesa de Asturias se ha adaptado a las mil maravillas y ya es una más entre todos sus compañeros.
Salidas privadas e intensas jornadas de instrucción: los primos días de Leonor en Marín
Los primeros días de Leonor en Marín han sido muy intensos. Alumna de tercer curso, la hija mayor de Felipe y Letizia ya ha realizado su primera instrucción marinera. Tal y como se puede ver en la imagen, la princesa de Asturias, ataviada con el uniforme de trabajo compuesto por un polo de color blanco y pantalón negro, se subía a una de las embarcaciones junto a sus compañeros para aprender algunas de las tareas navales. Una primera toma de contacto con la vela que, seguro, habrá hecho muy feliz al rey Felipe. Y es que cabe destacar que es un apasionado de este deporte marítimo.
Leonor se negó a tomar clases de navegación cuando era una niña, algo que quizás esté echando de menos en estos momentos. Y es que cabe recordar que el próximo mes de enero se embarcará en el buque escuela Juan Sebastián el Cano para demostrar todo lo aprendido. Una experiencia dura a la par que inolvidable.
El día a día de Leonor y el resto de guardamarinas pasa por levantarse a las 6.45 horas. A las 7.50 los altos mandos pasan revista para verificar que el uniforme está bien puesto. Tras el desayuno todos los alumnos harán frente a cinco horas de clases divididas en dos turnos. Después, disfrutarán de una hora de comida.
A las 18.00 horas tiene lugar la 'lectura de la orden', un acto militar que se repite cada día. Es importante resaltar que a diario es obligatorio que practiquen una hora de gimnasia. Tras la cena, estipulada para las 21.30 horas, es hora de irse a dormir. Nunca más tarde de las 22.30. Sin duda, una rutina muy dura que favorecerá su disciplina.