Tras la sonada ausencia de la reina Letizia en el entierro de Juan Gómez-Acebo de esta mañana, la monarca reaparecía junto al rey Felipe por la tarde para acudir a la misa funeral. La expectación era máxima, ya que no solo ha reaparecido ella, sino también los eméritos. Tal y como se esperaba, los Reyes han sido los últimos en llegar a la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid para la misa, que comenzaba a las 20:30 horas.
La primera en acudir era doña Sofía, que rápidamente se encontraba con la infanta Cristina y sus hijos, a excepción de Juan Urdangarin. Después podíamos ver al rey Juan Carlos, quien no dudaba en saludar con una sonrisa a todos aquellos que estaban en la puerta de la iglesia. Finalmente, el rey Felipe y la reina Letizia acudían a la iglesia. Su entrada, entre vítores, sorprendía a todos los que esperaban su llegada, pues lo hacían andando, mientras que el resto de la Familia Real acudía en coche hasta la misma puerta. El recorrido hasta la llegada de la puerta del templo santo no ha estado exenta de comentarios, especialmente por los gestos y actitudes que hemos podido ver.
La advertencia de Letizia a Felipe antes de entrar a la iglesia
El interés por ver a la reina Letizia en esta segunda misa funeral era muy grande. Primero de todo, por ver a Letizia junto a su marido en un acto como este, y, segundo, por lo que esto significa. Recodemos que mucho se ha especulado sobre cómo es la relación de la reina Letizia con los primos de Felipe. Por lo que el hecho de que haya acudido es también una manera de mostrarle al mundo de que la relación con la familia de su marido es buena y sólida, pese al sinfín de especulaciones que han visto la luz. De riguroso luto, Letizia llegaba del brazo de Felipe. La monarca era la primera en levantar su mano para saludar a todos. Felipe, por su parte, mostraba una tímida sonrisa, pero también se animaba a saludar.
Antes de llegar a la puerta y encontrarse con la familia Gómez-Acebo, los Reyes se han parado para dejar que los fotógrafos capturasen el momento y hacer el saludo en condiciones. No obstante, parece que esto no entraba en los planes de Felipe, al menos no en un primer momento, ya que ha sido Letizia quien ha tenido que advertirle a su marido que debían pararse antes de entrar a la iglesia. Esto no ha pasado desapercibido para nadie, ni siquiera para Emma García, que no dudaba en resaltarlo tras ver el momento. "Hay que decir que la reina Letizia nos ha dado la impresión de que en un momento dado le ha dicho a Felipe: 'Espera un poco, vamos a saludar...' Y Felipe, que se le veía que iba directamente y con ganas de abrazar a la familia, entonces se ha parado y ha saludado", ha explicado la presentadora de 'Fiesta'.
La Familia Real, más unida que nunca
Esta última aparición de la Familia Real vuelve a poner de manifiesto que está más unida que nunca. Tras muchos años marcados por el distanciamiento, todo parece que esté a punto de cambiar. Recordemos que, en los últimos tiempos, el Rey ha buscado por todo los medios reducir la imagen de la Casa Real a su mujer y sus hijas. De esta manera, dibujaba una clara línea para desvincularse de las polémicas de la infanta Cristina, los titulares que rodean a los vástagos de la infanta Elena, o la vida de su padre en Abu Dabi. Pero esto está cambiado.
El monarca ha cambiado de postura. Y sus últimas apariciones conjuntas en familia lo evidencia. Como ejemplos tenemos el 60 cumpleaños de la infanta Elena —donde todos se mostraron muy unidos—, el aniversario de doña Sofía o, más recientemente, la boda de Victoria López-Quesada. Esa imagen de Felipe llegando junto a su hermana Cristina en el mismo coche, derrochando complicidad, era toda una declaración de intenciones. Tampoco podemos pasar por alto el hecho de que en Zarzuela le dieran luz verde a la infanta Cristina para que tres de sus hijos se instalaran en Zarzuela en los últimos meses. Una decisión que se llevó a cabo bajo la aprobación de Felipe. No cabe la menor de las dudas, se han tendido puentes entre la Familia Real. Es el momento de estar unidos y proyectar una imagen de fortaleza y solidez.