Pauline Ducruet cumple 30 años, exactamente los mismos que lleva viendo frecuentemente su nombre en las páginas de los periódicos y las revistas del corazón. La royal monegasca es fruto de la polémica relación entre Estefanía de Mónaco y Daniel Ducruet, del que la princesa se enamoró hasta las trancas en 1991, cuando el francés trabajaba como su escolta personal. Tras ejercer de pescadero y vendedor de una tienda de mascotas, Daniel llegó a Mónaco para trabajar como agente de policía y acabó integrando el cuerpo de seguridad del príncipe Alberto, lo que le permitió entablar una relación con la segunda hija de Grace y Raniero. A este último nunca le hizo gracia el francés, que además de haber sido padre de dos hijos con dos mujeres distintas en el mismo año tenía ya cierta fama de vago y vividor.
No en vano, en esa época el guardaespaldas no solo mantenía relaciones con Estefanía, sino que la compaginaba desde finales de 1991 con su amante embarazada. Pero nada fue obstáculo para que, en noviembre de 1992, Daniel fuese padre del primer hijo de la princesa, Louis Ducruet. Aquella situación llevó a que Raniero se distanciara de su hija, a la que en un momento retiró la asignación y apartó de los actos oficiales de Mónaco. Cuando los tortolitos tuvieron a su segunda hija en mayo de 1994, el monarca de la dinastía Grimaldi dio su consentimiento para que se casasen.
La pareja celebró una boda civil y discreta en Mónaco en verano del año siguiente y, al poco, Daniel recibió una llamada anónima que le informaba de que le habían hecho fotos mientras retozaba con otra muchacha. Al verse acorralado, confesó su infidelidad a su mujer, que en un principio le perdonó. En agosto de 1996 una revista italiana publicó en exclusiva unas imágenes donde el guardaespaldas —reconvertido en piloto de rallys y jefe de una empresa de seguridad privada— salía desnudo, en la piscina de una villa, practicando sexo con una morena bailarina de striptease llamada Fili Houteman.
Una sonada ruptura
Compinchada con dos reporteros gráficos, Fili había tendido una trampa a su seducido amante para hacer caja a costa de romper su matrimonio. “Me siento avergonzado, yo soy el culpable. He traicionado a Estefanía y a mis hijos”, aseguró el francés sobre un episodio que le obligó a divorciarse aquel mismo año. La princesa monegasca se recuperó más pronto que tarde del disgusto, y en verano de 1997 fue pillada dándose besitos y arrumacos con Jean Raymond, que también era miembro de su equipo de seguridad. Con él tuvo a su hija Camille, y ya en 2001 protagonizó un escarceo amoroso con el suizo Franco Knie, dueño de un famoso circo ambulante.
A raíz de esta última relación, la princesa y su prole empezaron a vivir en caravanas y a mudarse de sitio con mucha frecuencia. "Aquello fue chocante, pero interesante", ha contado Pauline al respecto. "Y yo estaba todo el día fuera con los animales. Estaba con niños de todo el mundo (alemanes, ingleses, italianos, españoles), teníamos nuestro propio idioma. Fue un momento de pura libertad que no creo que vivieran muchos otros críos”. A los 18 años, Pauline se fue de casa para estudiar en dos prestigiosas escuelas de moda: el Instituto Marangoni de París y la neoyorquina Parsons. Luego fue becaria tanto en la edición estadounidense de la revista Vogue como en Louis Vuitton.
"Pensé que quería ser redactora de moda, pero cuando estaba en la publicación me di cuenta de que eso no era para mí. Me pasó igual en Louis Vuitton, pero me enseñó mucho de la industria de la moda, sobre todo que no todo es brillo y glamour. Aprendí que es una industria realmente dura que se lleva tu alma, tu sudor y tus lágrimas. Pero después de aquello supe que quería diseñar”, relató en una entrevista la joven, que comparte con su madre la pasión por la moda —la princesa puso en marcha en 1985 su primera colección como diseñadora de bañadores y cuatro años después lanzó un perfume con su nombre—.
Diseñadora y mediadora
En 2017, tras haber colaborado con la firma de cosméticos Lancaster, Pauline se animó a lanzar junto a su amiga Maria Zuco la primera línea de Altered Designs, una firma de ropa bastante 'casual' que no logró funcionar. En 2019 retomó el proyecto, esta vez bajo el nombre Alter Design, con el que desde entonces ha lanzado varias colecciones. Cabe apuntar que Estefanía se ha convertido en una gran embajadora de la firma de su hija, a quien también Daniel ha mostrado su apoyo. "Es un gran orgullo ver a mi madre, que fue un icono de los años ochenta, llevar mis prendas y que le sienten tan bien", contó la joven en una entrevista con Paris Match. "Ella es una de mis inspiraciones, y siempre crecí viendo su vestidor, sus chaquetas de cuero y cazadoras vaqueras, que forman parte de mi cultura de la moda".
El pasado año, Pauline consiguió reunir a sus padres para la celebración de su 29º aniversario, e incluso compartió una imagen en la que los tres aparecían posando frente a la tarta de cumpleaños en su perfil de Instagram, donde actualmente cuenta con 83 mil seguidores. En realidad, Daniel siguió manteniendo una buena relación con su ex tras aquella dolorosa y mediática ruptura, y hasta circularon rumores que apuntaban a una reconciliación entre ambos. "Estamos muy cerca por los niños. Pero no es una reconciliación, es una continuidad en nuestra relación que va a mejor [...] Estefanía es el amor de mi vida”, soltó en una ocasión el francés, que ahora lleva más de cinco años casado con Kelly Marie Lancien.