Carmen Posadas se abre con Vicky Martín Berrocal: “He llegado así a los 71 gracias a mi hija, que es médica estética”

La escritora, que acaba de publicar nueva novela, responsabiliza a su hija de su juvenil aspecto. “Se dedica a todos los tratamientos que se pueden hacer sin bisturí, es una crack”, presume

JC
José Confuso

Director digital de Lecturas

Carmen Posadas
GTRES

Es una de las veinte escritoras en lengua española más traducida de todos los tiempos. Y ahora publica su nuevo libro, ‘El misterioso caso del impostor del Titanic’. Elegante, prudente y discreta, Carmen Posadas cuenta que a los 60 años fue cuando se hizo, de verdad, dueña de su vida. Aunque esta narradora vocacional se define como una tímida irredenta, ahora se sienta con Vicky Martín Berrocal en ‘A solas con...’, de Podium Podcast, para desnudar su lado más personal.

“Ser madre es casi un mandato biológico y sientes que es lo primordial. Pero una vez cumplida esa parte, deseas más”, se sincera. “Esto que voy a decir es muy políticamente incorrecto, pero la maternidad está muy idealizada. Dicen que es la cosa más maravillosa del mundo y que nunca vas a sentir un amor igual, y es cierto, pero nadie te cuenta la cara B, que son las noches sin dormir, el cuerpo hecho polvo... Yo recuerdo la lactancia como un martirio chino. Prefiero siete partos a aquel martirio de la lactancia”.

“Escribir te acompaña”. Posadas ha labrado una carrera literaria impecable. Un trabajo duro y difícil al que ha sacado todo el partido. “A mí me gusta estar sola, necesito estar sola muchas horas del día. La literatura para mí es un territorio mágico. Y además escribir es muy terapéutico. Yo me he ahorrado un pastón en psicoanálisis escribiendo. Incluso si no quieres dedicarte a la literatura, escribir lo que te pasa es una herramienta muy eficaz. Escribir es ordenar el caos”.

Su faceta como abuela

Carmen Posadas tiene cinco nietos. “A mí me encanta la etiqueta de abuela. Nunca entenderé a la gente que piensa “¡ya soy vieja!” al hacerse abuela. Pero yo no soy una abuela gagá. Ahora están de moda las abuelas gagás, que les dan de todo a los nietos y los malcrían. Yo no soy ese modelo para nada. Te explico por qué. Yo tengo una suegra que malcriaba a mis hijas y a mí me daba una rabia espantosa, porque todo lo que yo hacía ella me lo destruía”.

Mi hija Sofía se dedica a la medicina estética y es una crack. No opera pero se dedica a todos los tratamientos que se pueden hacer sin bisturí. Ella me ha ayudado muchísimo en ese sentido”, le confiesa a Vicky. Posadas ha cumplido 71 como si el tiempo no hubiese pasado para ella. “No son operaciones, no es nada invasivo. Lo que hace es ayudarte a mantener tu aspecto con tratamientos que no son nada invasivos, que sacan tu mejor yo para cada época. Yo no pretendo tener 20 años. Yo trato de aceptarme como soy y estar lo mejor posible con esta edad”.

“Yo tuve la mala suerte de que mi padre y Mariano se murieron con dos meses de diferencia”, explica. “Fue muy duro de aceptar. Pero a medida que pasa el tiempo, ese dolor por la persona que has perdido se transforma en una compañía. Una compañía que te protege”. La historia de amor no duró mucho, confiesa. “Lamentablemente. Fueron 11 años. Pero fueron 11 años de una gran felicidad. Incluso ahora me acompaña”.

Puedes escuchar la entrevista al completo con Vicky Martín Berrocal en su canal de youtube o leerla en las páginas de la revista Lecturas.

"A los 60 años llega la prórroga y puedes dedicarte a lo que te gusta"

"Yo le llamo la prórroga. Para entonces las cosas importantes de la vida están organizadas. Los hijos son mayores, la carrera profesional está encarrilada, seguramente tienes una vida sentimental organizada... Y entonces viene la prórroga, que consiste en hacer todas las cosas que siempre has querido hacer pero nunca has podido porque tenías otras prioridades", confiesa la escritora. "Las mujeres somos adictas al “tengo que”: tengo que ser la mejor esposa, la mejor amante, la mejor amiga... Ese “tengo que” no te deja vivir, pero a los 60 años llega la prórroga y puedes dedicarte a lo que te gusta. Yo siempre quise aprender tango, por ejemplo".

La escritora se encuentra en su mejor momento. Una plenitud que vive con calma y tranquilidad, rodeada de sus hijas y sus nietos. "He sido una niña muy fea. Era una niña fea en una familia de guapos, mis padres eran espectaculares y mis hermanas rubias de ojos azules. Encima era la mayor, por lo que la situación era más afrentosa", confiesa. Posadas reconoce que ha tenido completos, "todos los del mundo", pero ahora ya ve la vida de otra forma.

"Yo me casé con 19 años y no se lo recomiendo a nadie. Me casé en Moscú. Ahora me alegro, pero en su momento me cortó mucho la vida", se sincera. "Las mujeres interrumpimos todo lo que estamos haciendo para dedicarnos en cuerpo y alma a los hijos. Yo, con veintitantos años, ya tenía dos hijas y me planteé si quería seguir siendo una madre monísima, esposa perfecta, y la que mejor tartas de manzana hacía en el barrio, o si quería ser alguna otra cosa".

No te pierdas el podcast de Vicky Martín Berrocal, 'A solas con...', y disfruta de las mejores entrevistas del momento en su canal de youtube.