Mónaco se pondrá la pamela este sábado para irse de boda. Y no una boda cualquiera sino la de la hija de la princesa Carolina, Carlota Casiraghi, que al fin le dará el ´sí quiero´ a su prometido, Dimitri Rassam.
La noticia del enlace, que publicado la revista ¡Hola!, pilla por sorpresa, a medias. La pareja anunció que su boda se celebraría en el verano del 2018 pero finalmente acabó siendo aplazada sin una fecha concreta, lo que desató los rumores de ruptura entre la pareja. Finalmente, reaparecieron felices y enamorados en el tradicional Baile de la Rosa acallando todo tipo de rumores acerca del fin de su relación.
Pero nada más lejos de la realidad. Al parecer, la sobrina del príncipe Alberto II y el productor de cine se unirán en matrimonio en los salones de Estado del Palacio del principado monegasco, donde ya se casaron sus abuelos, el príncipe Rainiero y Grace Kelly, su madre y sus hermanos, Pierre y Andrea.
Además, según la publicación, aprovecharán para bautizar al hijo que tienen en común, Balthazar, de siete meses de edad.
La celebración, al más puro estilo Grimaldi, constará de un almuerzo, que podría llevarse a cabo en los jardines privados de palacio. Además, según ¡Hola!, se celebrará una fiesta de largo donde se desplegará todo el glamour de la familia real monegasca, que podría celebrarse este mismo viernes, en la víspera a la ceremonia civil del sábado.
A la boda no faltarán, cómo no, los hijos de ambos. Raphaël, de cinco años, fruto de la relación de Carlota con el actor Gad Elmaleh, y Daria, de 8 años, también de una relación anterior de Dimitri.
Sin nada confirmado, la pareja podría celebrar una segunda ceremonia religiosa a finales de mes, que tendría lugar en Saint-Rémy-de-Provence, en Francia, un sitio al que la novia está muy ligada sentimentalmente.