Hemos podido saber un dato muy curioso que involucra a Kate Middleton y a su suegro, Carlos de Inglaterra. El príncipe heredero dispuso hace unos años que ningún hombre se podría encargar de la seguridad de Kate. De este modo pretende eliminar la posibilidad de infidelidad. Solo un grupo de mujeres se responsabilizan de la esposa de Guillermo.
Carlos cree que el que evita la ocasión, evita el peligro. Así que no desea que Kate pose sus ojos en el musculado cuerpo de un guardaespaldas. Debió contemplar con aterradores ojos la película de Kevin Costner y Whitney Houston, y la solución vino a su mente. Solo las féminas podrán optar a proteger a su nuera y con eso descarta la posibilidad de romance o de rumores. No quiere que las mentiras empiecen a formar parte de su vida y destruyan el matrimonio de Kate y Guillermo. Se los ve tan enamorados que desea que nada se interponga en lo suyo. Especialmente ahora que tienen dos pequeños a los que criar.
El Sunday Express, el periódico que publica la información, asegura que Carlos tomó esta decisión en cuanto Catalina pasó a formar parte de la familia real. Su boda determinó que a partir de entonces solo llevaría escoltas féminas, aunque nunca antes hubiera sucedido algo parecido, puesto que de la seguridad del resto de miembros se encargan solo hombres.
Pero Carlos no habla por hablar. Sabe lo que se dice y tras conocerse que Diana estuvo a punto de abandonarlo todo por un guardaespaldas, no quiere que la historia se vuelva a repetir. Lo contó la propia Lady Di, que se había enamorado perdidamente de un miembro de su seguridad, Barry Mannakee, mayor que ella, con mujer e hijos. Juntos vivieron un apasionado romance del que hablaron todos los medios de la época. Ahora, 20 años más tarde, lo último que Carlos desearía ver publicado sería algo del tipo: “Ha vuelto a pasar”.