Tras darse el 'sí, quiero' en una multitudinaria boda en Sevilla, Raúl Prieto (47 años) y Joaquín Torres (52 años) ponían rumbo a Cádiz para disfrutar de unos días de descanso. La pareja se ha visto obligada a posponer su luna de miel en Japón a consecuencia del delicado estado de salud de la madre del arquitecto, un momento muy complicado que Torres está intentando afrontar de la mejor forma.
Lamentablemente, la entrada de una dana por el golfo de Cádiz ha hecho imposible que los recién casados disfruten al máximo de las playas de la ciudad y del brillo de sus calles, pero en cambio han aprovechado para hacer una ruta gastronómica por los lugares más exclusivos de la zona. Si por la mañana disfrutaron de un rico aperitivo en el icónico mercado, después se dieron un auténtico homenaje en el restaurante Aponiente, del chef Ángel León.
"Esta noche, de regalo de boda en Aponiente. Experiencia 100% recomendable", escribía el arquitecto junto a una imagen en la que posan muy sonrientes con el popular chef. Aunque no han compartido con sus seguidores los detalles del menú, todo indica que el recién estrenado matrimonio se decantó por el menú degustación, una experiencia gastronómica compuesta por más de 17 platos de la que Raúl y Joaquín han salido encantados.
Eso sí, lamento decirte que es un homenaje no apto para todos los bolsillos, ya que el precio del menú degustación es de 300 euros por persona, un valor al que habría que añadir el maridaje de la carta que estaría valorado en 175 euros o bien uno más exclusivo que podría alcanzar los 295 euros. Teniendo en cuenta toda esta información, Raúl y Joaquín se habrían gastado entorno a 800 euros en esta cena, pero la realidad es que la ocasión lo merecía porque no todos los días le das el 'sí, quiero' al hombre de tu vida.
Se desconoce cuantos días más se quedarán en la ciudad andaluza o si tienen en mente extender esta primera escapada de recién casados, lo que es evidente es que después de siete años de discreto amor no pueden estar más felices de haber sellado su amor para siempre.
Todos los detalles del exclusivo menú que han degustado Raúl Prieto y Joaquín Torres
El menú degustación de Aponiente se divide en tres fases, a cada cual más placentera que combinan aperitivos, platos fríos, platos calientes, postres y petit fours. Tal y como hemos podido ver en la web del restaurante, entre los múltiples platos se encuentran la icónica tortilla de camarones, papel de choco en adobo, salpicón de caviar, puchero de cañaíllas, mochi de morena y 'chucherías del mar' con el atún y las algas como grandes protagonistas.
Con respecto al 'dresscode' no había grandes peticiones: pantalón largo y zapato cerrado, y así ha sido. Mientras que Joaquín se decantaba por una camisa verde con grandes bolsillos que combinaba con unos ajustados jeans grises y sneakers blancas, el director de televisión apostó por tres piezas en tonos azules: camisa, pantalón capri y bomber que cerró con unas cómodas zapatillas camel.
¡Cambio de planes! Raúl Prieto y Joaquín Torres posponen su luna de miel por un motivo de peso
La felicidad de cumplir un sueño como es darle el 'sí, quiero' a Raúl Prieto se ha visto ensombrecida por una razón muy triste. De hecho, era el propio arquitecto quien durante los dos días de celebración que duró su boda, donde asistió acompañado por su hermana, no pudo quitarse de la cabeza en ningún momento a su madre, muy delicada de salud. "Me pesaba muchísimo la ausencia de mi madre, que por cuestiones de salud no pudo estar, pero decidí centrarme y disfrutar de las presencias y no perderme en las ausencias", confesaba.
Aunque finalmente la boda se celebró, y de qué manera, la pareja se ha visto obligada a posponer su luna de miel, un viaje a todo lujo en Japón que pondrá la guinda a su historia de amor como a ellos más les gusta: viajando.
Joaquín no ha dado detalles de la enfermedad que sufre su progenitora, pero sí confesó que es un triste final para el que no está preparado. "Como el tiempo no perdona, ella cada día se me va un poco. No imagino mi mundo sin ella, y mi pena por vivir lo que estoy viviendo es indescriptible", escribía con motivo del Día de la madre sin poder ocultar su desconsuelo.