El pasado sábado, se hacía público que María José Campanario había vuelto a ser ingresada de urgencia en el hospital La Luz de Cádiz por un fuerte brote de fibromialgia, la terrible enfermedad que padece desde hace años. A su lado, un inseparable Jesulín de Ubrique, que no se ha separado de su mujer en ningún momento.

El viaje junto a su familia a Nueva York para acompañar a su hija, Julia, que este año va a estudiar en EE UU y, sus contónuos traslados semanales a la clínica dental en Lloret de Mar (Girona) en la que trabaja tres días a la semana hacían suponer que dicha enfermedad le daba una tregua a la odontóloga, pero nada más lejos de la realidad.