"Tiempo de tormenta" es el título de la última novela de Boris Izaguirre, ese hombre y escritor maravilloso que muchos conocen por su faceta de showman. En ella, una novela que tiene gran parte de biografía, el venezolano relata la gran relación que tuvo con su madre, a quien nunca llamó 'mamá', sino Belén. "Ella era demasiado mujer para quedarse en 'mamá'", le ha dicho este domingo a Toñi Moreno en su paso por 'Viva la vida'.
Las lágrimas han llegado justo al inicio de la entrevista. Y es que era algo casi inevitable que dos personas tan sensibles como Toñi y Boris no terminasen emocionándose al hablar de alguien tan importante para el venezolano, su madre. Una mujer que supo desde el principio que su hijo era homosexual y, para él lo más importante, le dejó expresarse tal como era. "Cuando yo le dije a mi madre con 10 años que me gustaban mis compañeros del colegio, ella no frenó la conversación", ha contado Boris.
Belén, de profesión bailarina e historiadora de la danza, fue un pilar fundamental en su vida. Falleció en 2014 a causa de un cáncer, una enfermedad que superó y que volvió a sufrir muchos años después de la primera vez, cuando Boris dejaba Venezuela para venir a vivir a España, en 1992. Esa novela es un homenaje a su madre "y a todas las madres. A todas esas personas que luchan por su personalidad, por sus convicciones, por ser libres", ha explicado Boris.
Una mujer sin la que no hubiera superado una de las situaciones más difíciles de su vida, una violación grupal siendo menor de edad. Una situación horrible de la que se sintió muy culpable por su orientación sexual y que sin su madre le hubiera hundido para siempre. "Ella fue quien me dijo 'tú no eres culpable nunca de la violencia que te infligen, porque la cometen otros", narraba el venezolano. "Fue lo primero que mi mamá me hizo ver diciéndome: me tienes que contar exactamente todo lo que ha pasado", añadía.
Y al escritor solo le quedó algo por decirle a su mejor amiga por todo lo que hizo por él en su vida y, en especial, por aquel doloroso episodio de abuso. "En el tiempo en el que estuvimos los dos vivos, no tuve tiempo de agradecerle su bondad, su capacidad de amor, de volver a reconstruirme. De esa persona que estaba viendo, abusada, destruida, con un brazo roto... ella se planteó que lo importante no era la denuncia ni el ahora, sino que yo tuviera futuro", ha expresado emocionado.