Nunca ante se había atrevido a hablar de forma tan sincera sobre el episodio más difícil de su vida. Boris Izaguirre es un hombre valiente. Lo ha demostrado en un sinfín de ocasiones. Desde que le conocimos en televisión, se ha ido encargando de romper moldes casi sin pretenderlo -o al menos, sin que nos diésemos ni cuenta-. Ahora, a los 49, ha decidido romper su silencio. Uno que afectaba al episodio más traumático que ha vivido. El escritor fue víctima de una violación cuando tenía tan solo 13 años...
Muchas de las puertas que ahora nos encontramos abiertas fueron gracias a Boris Izaguirre. Como un torbellino de frescura, el escritor aterrizó en nuestro país y consiguió, a través de Crónicas marcianas, hacerse un hueco en la televisión. De repente, todo el mundo quería ser como Boris. Pocas veces habíamos visto algo así -igual ninguna-. Él solito hizo que evolucionásemos como sociedad. Rompió tabúes, cadenas, armarios y todo lo que pilló por delante. Una labor titánica que, tiempo después, no ha sido suficientemente reconocida.
Tras su etapa en el late night, Izaguirre fue virando, poco a poco, hacia un icono más tranquilo. El sinónimo de la elegancia, el saber estar y sí, esa picardía que hace que cualquiera de sus entrevistas acabe siendo noticia. Ahora, a los 49, ha decidido poner todas sus vivencias en una novela. Una historia junto a su madre que empieza siendo más biográfica pero que pronto se rinde a la ficción. Con todo, no son pocos los episodios personales que ha incluido en el libro.
Ha sido a raíz de este striptease emocional cuando ha narrado, en primera persona, el capítulo más difícil de cuantos ha tenido que pasar. “Me violaron con 13 años”, ha explicado, tal y como recoge El Español en una entrevista. “Entre tres personas”. Izaguirre no ha tenido reparos en abrirse en público. “En mi país, algunos amigos míos han pasado por situaciones semejantes. Como si el gay se lo mereciera... Fue muy doloroso”. El escritor confiesa que, después de eso, nunca más volvió a ver a esa gente.
“Creo que no se trata de rendir cuentas, ni nada. Ni de sumarse a ningún tipo de uso ni de hacer una confesión”, matiza. “Es verdad que he tenido cosas dentro mucho tiempo”. Encontrar el momento para liberarse de esta forma no es fácil. Cada uno lo gestiona como puede. Reunir el valor, la entereza y la fuerza suficiente para exponerlo públicamente es un paso que cuesta, sobre todo cuando lo que necesitas es seguir viviendo... Grande, Boris.