Belén Esteban: "Si en 18 años no han sido sus hermanos, ¿a qué viene que ahora quieran serlo?"

Arremete con toda la fuerza contra María José Campanario y saca las uñas por Andrea

Belén Esteban ya no puede más. No puede con que le cuelguen toda la responsabilidad de todo lo que ha derivado desde que ha contado la llamada que recibió de María José Campanario. Pero mucho más le come por dentro que, detrás de las intenciones de la mujer de Jesulín de Ubrique, haya un intento de sacar rédito de alguna clase de la relación (o mejor, 'no relación') entre sus hijos y su progenitora Andrea Janeiro, fruto de su relación con el diestro.

La de San Blas ha estallado una tarde más en 'Sálvame' y lo ha hecho para repetir que su hija quiere ser anónima y que la comunicación que se debe establecer entre el torero y su hija mayor solo les compete a ellos. "Sabéis que mi hija no quiere que se hable de ella y vuelvo a repetir. A mí no me tienen que llamar. Ni ella me tiene que llamar para eso, porque es mentira. Esto es cosa de padre y de hija. Las demás sobramos, tanto ella como yo".

Tampoco ha podido aguantar la indignación que le produce que ahora salga a relucir la falta de contacto entre los hijos del matrimonio y Andrea. Una reacción que le resulta sospechosa, después del desinterés de tantos años. "Igual que son hermanos también son hijos y en 18 años no he visto nunca aquí a nadie", afirmaba con dureza antes de gritar "¡Basta ya". Para Belén, esta estrategia es lo realmente "inmoral" de toda esta historia que se ha desencadenado.

"Queda muy bien ahora que los hermanos se quieran ver, ¿y en los catorce que tiene la otra hija (refiriéndose a Julia)? Ahí no había hermanos", decía con acritud y continuaba para plantear la pregunta más dura: "Si en 18 años no han sido sus hermanos, ¿a qué viene que ahora quieran serlo?". Como en otras ocasiones, Belén ha tenido que morderse la lengua por respeto a su hija: "Ella quiere ser anónima, y me callo por ella porque me lo ha pedido. Es lo que ha decidido y lo tengo que respetar". Sin embargo, ha lanzado una frase que más que una sentencia había una amenaza implícita, como la que lanzó después del primer 'belenazo' tras el verano: "Si hablara, madre... No del pasado, sino de ahora". ¿A qué se estaría refiriendo la colaboradora de 'Sálvame'?

Desde plató y como madre amante y preocupada por su única hija ha pedido a sus compañeros "que dejaran de hablar de Andrea, porque ella no quiere, y os pido que paréis". "Le han ofrecido revistas, programas y no quiere, mi hija ya decide y no quiere que hablen de ella", explicaba. Y ha acabado entonando el 'mea culpa' de la situación a la que habría abocado a su hija y a su deseo de ser anónima por decisiones que ha tomado en el pasado: "Claro que he metido la pata y estoy arrepentida, pero si ella ya es mayor de edad y decide que no volvamos a nombrarla hay que respetarlo".