Esto es lo que se llama que te toque la lotería sin meter. Jesulín de Ubrique ha recibido un premio por una asociación pro custodia compartida por ser un ejemplo para la igualdad. Un galardón que estaría muy bien si el torero, en algún momento de su vida, hubiese solicitado este tipo de custodia con su hija Andrea Janeiro, fruto de su relación con Belén Esteban. Así que es normal que la colaboradora esté indignada.
¿Cuántas veces hemos oído quejarse a Belén de que el padre de su hija no la visita? ¿Cuántas? Seríamos incapaces de enumerarlas, pues a lo largo de los 17 años de vida de Andrea, esta disputa ha sido una constante. Según la colaboradora, el progenitor de su hija jamás ha ido a una tutoría con sus profesores, se ha perdido las funciones infantiles de la niña, no sabe quiénes son sus amigos, tampoco tiene ni idea de cómo le fue en los últimos exámenes del instituto… ¿merece todo esto un premio? La de San Blas tiene clarísimo que no, por eso ayer por la tarde, cuando se enteró del galardón en ‘Sálvame’ se crispó. Sí, una vez más.
Ha recordado que tampoco es que ni ella ni su hija hayan necesitado a Jesús cerca. Se han bastado y sobrado ellas dos, más el apoyo fundamental que ha supuesto la familia de Belén. Además, ahora está Miguel, que se preocupa muchísimo de la menor y ejerce de ‘chofer’ cada vez que esta se quiere reunir con sus amigas en un centro comercial. Lo que haría cualquier padre por su hija.
La Estaban ha aprovechado para recordar el estupendo fin de semana que pasó en Birmingham, con ‘su Andrea’, viendo a Justin Bieber en directo. Disfrutó tantísimo la experiencia porque le encanta estar presente en los momentos especiales de su hija. Unos momentos que Jesulín se ha perdido, quedándose sin el verdadero premio de todos.