Pesadilla en el Paraíso está a punto de estrenarse. El próximo jueves 8 de septiembre, el nuevo reality de Mediaset verá, por fin, la luz, después de que los concursantes lleven ya dos semanas de convivencia en la granja de Jimena de la Frontera (Cádiz). Rostros muy conocidos y polémicos como Lucía Dominguín, Gloria Camila, Omar Sánchez, Patricia Steisy y Víctor Janeiro, entre otros muchos, se han puesto a prueba en el medio rural. El hermano de Jesulín de Ubrique es uno de los famosos que más interés ha generado en los espectadores pero Beatriz Trapote se ha convertido en el centro de todas las miradas al desvelar cómo está viviendo la ausencia de su marido.
Víctor Janeiro lleva más de dos semanas fuera de casa y, aunque todavía queda mucho tiempo para que regrese, Beatriz Trapote no ha perdido la oportunidad de lanzarle todo el apoyo del mundo en esta aventura televisiva. Eso sí, la periodista ha hablado largo y tendido de la difícil conciliación familiar que está atravesando ya que tiene que encargarse absolutamente de TODO lo que tenga que ver con sus tres hijos. ¡No da abasto!
"Muchos decís que estoy desaparecida pero estar sola con tres niños tela... Yo siempre decía ‘no sé Víctor tú haces poco' pero no. Me estoy dando cuenta que hacía mucho, o por los menos lo que hacía, lo hacía muy bien. Le echamos en falta, sola con tres niños es duro. Mamis valorad a los papis que tenemos al lado, por lo menos yo hablo por el mío. Los niños ya están en sus aposentos, Brenda ha empezado la guardería, bueno lleva yendo desde los ocho meses. Víctor es que les llevaba al colegio y les recogía, él está en un paraíso, a ver cómo se las apaña"... Con estas palabras, Beatriz Trapote ha dejado claro que su vida tras la marcha de Víctor Janeiro es una auténtica odisea.
Aunque Víctor forma parte de una de las familias más conocidas a nivel nacional y cuenta con una amplia experiencia en el mundo del campo, 'Pesadilla en el paraíso' puede convertirse en un auténtico infierno por la falta de electricidad: "Tengo miedo a la oscuridad y allí no tenemos luz", ha confesado dejando al descubierto uno de sus mayores miedos, algo que puede hacerle tambalear su estancia en la granja. ¡Se avecinan curvas!