Beatrice Borromeo: "Pierre tiene una vida absurda"

Beatrice Borromeo ha demostrado una vez más que no tiene pelos en la lengua y ha criticado duramente el estilo de vida de su familia política con unas declaraciones demoledoras: "Pierre tiene una vida absurda. Por la mañana se sube a un catamarán, por la tarde hace buceo, luego se va a entrenar y después dirige cinco empresas diferentes. Pero al final los dos respetamos nuestros espacios de libertad. Mi trabajo es para mí una pasión como lo es para él la vela".

Si la vida de su marido le parece vacía y absurda, también reconoce que es fácil caer rendida a sus pies. "Es difícil no enamorarse de él. Lo hubiera hecho aunque no perteneciera a la familia Grimaldi. Es inteligente y simpático", ha declarado. Al final, tuvo que sacrificar su trabajo por amor. "Fue un sacrificio abandonar mi trabajo e instalarme en Mónaco, pero lo hice porque mi marido vive aquí, gestiona sus empresas desde aquí y él es el que gana más dinero de los dos. Antes daba prioridad al trabajo, pero desde que me he casado ha pasado a un segundo plano".

Beatrice puso la nota de glamour este verano en la Copa del Rey de Vela, en la que compitió Pierre a bordo del 'Malizia'. Pese a pertenecer ambos a nobles familias, Beatrice reinvindica su carácter plebeyo. "Ni yo soy condesa ni Pierre es príncipe. No tenemos ningún título nobiliario", aclara.

En la entrevista concedida a Vanity Fair, Beatrice explica que trabaja desde muy joven, porque no se llevaba bien con su madre y decidió independizarse. "A partir de los 16 años y hasta que me instalé con Pierre, he vivido sola en Milán. Me mantenía trabajando como modelo y no pedía favores a nadie. Eso me permitía pagarme el alquiler y seguir estudiando. Era divertido. Y ganaba dinero. De hecho, no he vuelto a ganar tanto como entonces".

Las relaciones con su familia no han sido fáciles, precisamente por su rechazo a todo lo que representan. Con 19 años empezó a trabajar en televisión y, desde ahí, comenzó a arremeter contra Berlusconi. "Mi padre estuvo tres semanas sin hablarme. Pero ha entendido que soy una causa perdida. Odio lo políticamente correcto, la hipocresía de quien no toma partido nunca, no opina, se adapta como un camaleón para salvar sus intereses", declara. Y de don Silvio dice: "Cuando yo era pequeña, Berlusconi era como el anticristo para mí. En los últimos años se ha convertido casi en un bufón, pero entonces no tenía ninguna gracia".

No solo se lleva mal con su familia, sino también con la aristocracia italiana. "He escrito muchos artículos sobre ellos (los Saboya) y me detestan. Me han denunciado, pero acabo de ganarles la última querella".

Reconoce Beatrice, que fue madre por primera vez el pasado mes de febrero, que antes no entendía por qué se la criticaba. "Durante mucho tiempo no entendí por qué existía esa desconfianza hacia mí. Me parecía injusto, porque, a pesar de la familia que tengo, entonces ganaba unos 1.100 euros al mes y me mantenía sola. No pedía favores a nadie". Sin embargo, con el tiempo, lo comprendió. "Hasta que no he sido más mayor no me he dado cuenta de que tenían razón. Podía pasar unas vacaciones en una casa estupenda de mi padre o ir a Nueva York a una fiesta con mi abuela. Eso no está al alcance de todo el mundo".

Beatrice Borromeo ha concedido una entrevista que seguro que no gustará a la familia de su marido ni, probablemente, a su propia familia. Que la joven periodista –colabora con el periódico milanés Il fatto quotidiano– se declare "de izquierdas y atea" no casa con el tipo de vida que lleva al lado de Pierre Casiraghi.