Más allá de la familia real británica, Camilla de Cornualles tiene una familia mucho más desconocida gracias a su matrimonio con Andrew Parker Bowles, fruto del cual nacieron sus dos hijos, Tom Parker Bowles y Laura Parker Bowles, y sus cinco nietos, sobre los que la reina consorte ha confesado en más de una ocasión que se han convertido en uno de los grandes motores de su vida. Unos jóvenes que, pese a mantenerse en un discretísimo segundo plano, han ganado notoriedad tras acudir al funeral de la reina Isabel II.
En concreto, Camilla de Cornualles tiene un total de cinco nietos de sus dos hijos: Tom y Laura. Del primero de ellos son Lola, de 15 años, y Frederick, de 12, quienes también estuvieron en el funeral de la reina Isabel II. Por su parte, Laura tiene tres pequeños junto al aristócrata Harry Lopes: los gemelos Gus y Louis, de 13 años, y Eliza, de 14, quien además fue dama de honor en la boda de Kate Middleton y el príncipe Guillermo, lo que da muestra de la gran relación que existe entre los duques de Cambridge y la reina consorte.
Los hijos y nietos de Camilla de Cornualles durante el funeral de Isabel II
Al igual que en el caso de sus padres, apenas se conocen detalles sobre cómo es el día a día de los pequeños, más allá de lo poco que Camilla de Cornualles ha compartido en algunas de sus entrevistas. De hecho, en la que concedió hace apenas unos meses con motivo de su 75 cumpleaños a la revista ‘Vogue’ desveló su faceta de abuela consentidora. “¿Sabes? Lo bueno de ser abuela es que puedes consentir a los nietos de vez en cuando, darles más de las cosas que sus padres les prohíben tener”, aseguró entonces.
Además, durante la cuarentena, la reina consorte confesó que lo que se le hacía más raro de todo lo que estaba sucediendo era “no poder ver ni abrazar” a sus nietos, a los que reconoció extrañar mucho. Unas palabras que dejan claro que Camilla de Cornualles no podría estar más unida a los más pequeños de la familia.