Así es Josep Santacana, el todavía marido de Arantxa Sánchez Vicario

La noticia de la separación de la tenista ha puesto todos los focos en el que ha sido su pareja durante los últimos años...

Arantxa Sánchez Vicario y Jose Santacana
Lluís Bou

Se ha convertido en la noticia del momento. La tenista Arantxa Sánchez Vicario y el empresario Josep Santacana han puesto punto y final a su relación. Un bombazo que ha vuelto a remover la complicada relación que la deportista mantiene con su familia tras el duro enfrentamiento que protagonizó con sus propios padres. Un revés sentimental que no solo afecta a la parte personal de su vida -y de la de sus hijos-, sino también a la económica...

Nadie imaginaba que uno de los matrimonios más mediáticos del mundo del tenis acabaría de una forma tan repentina. Tal y como publicaba La Otra Crónica, Josep Santacana habría acudido a principios de 2018 a un juzgado en Miami, donde reside la todavía pareja, para presentar una demanda de divorcio. El empresario solicitaba, además, la custodia de los dos hijos que tiene en común, alegando problemas psicológicos de la tenista.

Santacana se había convertido en el gran apoyo de Sánchez Vicario tras el durísimo enfrentamiento con su familia. En 2010, la tenista demandaba a su padre y a su ex abogado, acusándoles de apropiación indebida y administración desleal por un total de 14 millones de euros. A su lado, siempre su marido, al que muchos señalaban como la cabeza pensante detrás de las pretensiones legales de la deportista. Aquello dinamitó por completo la relación familiar de los Sánchez Vicario.

Desde entonces, ¿a qué se ha dedicado Santacana? Cuando comenzó su relación con la tenista, los propios padres de Arantxa encargaron una investigación para determinar cuál era el modo de vida del empresario. Una prueba que determinó que Santacana no tenía ningún oficio al que dedicarse, aunque sí algunas deudas. Fue la tenista la que decidió nombrarle administrador de todos sus bienes, valorados en unos 30 millones de euros. Así lo hizo a partir de su boda en septiembre de 2008.

No son pocos los que culpan al todavía marido de la tenista y a su gestión del patrimonio de la delicada situación económica por la que ha pasado el matrimonio. Un extremo que podría agravarse con la separación, pues tal y como han indicado en El programa de AR, el círculo de la deportista asegura que Arantxa tan solo cuenta con un suelo como directora deportiva de un club de tenis, que rondaría los 3.000 euros.