Era cuestión de tiempo de que las familias tomaran partido. Este fin de semana salía a la luz que Arantxa Sánchez Vicario había sido abandonada por su marido Josep Santacana después de diez años de matrimonio. Este miércoles 21 de febrero se verán las caras frente al juez para resolver el tema de su patrimonio y la custodia de sus hijos. Ambos han recibido la recomendación por parte de sus respectivas defensas de no hablar. Pero quienes sí lo han hecho han sido sus padres.
En las últimas horas, 'Sálvame' conseguía ponerse en contacto con Marisa Vicario, madre de la extenista. Y poco después el programa ha conseguido hablar con sus suegros y sus palabras no han sido nada amables. Se intuye un choque entre familias monumental, a pesar de que las relaciones de Arantxa con su madre y sus hermanos están muy deteriorados.
Los padres de Josep no lo han dudado ni un momento y han salido en defensa de su hijo. Ya intuían que las cosas "no andaban bien" entre ellos desde hacía tiempo y lo achaca a la "presión" ejercida por los problemas familiares de Arantxa con su familia. Para ellos, la excampeona ha mostrado una actitud ingrata, pues declaran que "la hemos tratado como a nuestra hija", y cree que detrás de todo esto hay una voluntad de "limpiar su nombre y el de su familia". Y sugieren que no sería la víctima de esta traumática separación, tal y como se está dando a entender. "Le hemos dado más a ella que ella a nosotros. Aguántatela cómo es, déjala ir. Hemos vivido momentos desagradables con ella. No estamos contentos", dice el patriarca. También defienden que la excampeona no estaría "arruinada".
La madre va más allá y apuntaría a un posible lavado de imagen de los Sánchez Vicario: "Hace diez años lo pasamos mal. Hemos aguantado mucho y, ahora, a volver a aguantar para que ellos queden bien y los demás quedemos como una mierda". De hecho, en las últimas horas se ha conocido que Arantxa habría vuelto a hablar con su madre. El contacto con su familia se habría iniciado en verano, un año y medio después de la muerte de su padre Emilio Sánchez, en febrero de 2016. Las imágenes de absoluta fractura familiar que dejó su funeral han quedado grabadas en la memoria de todos. Arantxa y Josep eran expulsados del tanatorio por los hermanos de la extenista. A pesar de todo, el divorcio de ambos podría suponer las paces dentro del seno familiar de los Sánchez Vicario.
Por su parte, y teniendo en cuenta la situación tan delicada que pasa la relación con su hija desde hace años, Marisa Vicario está midiendo sus palabras. Josep Santacana nunca fue de su agrado y la única declaración que ha dado ha sido: "No me ha sorprendido la noticia porque yo ya lo sabía".