Julio Iglesias (80 años) se ha posicionado como el cantante español más universal. Su carrera es una de las más exitosas de la industria musical. Sus canciones han sido, son y serán cantadas por diferentes generaciones. En sus más de cinco décadas de trabajo, ha sumado más premios a sus espaldas de los que puede recordar. Ha dado conciertos en localizaciones con las que muy pocos siquiera sueñan. Sin embargo, el madrileño no siempre quiso dedicarse la música. Creció aspirando a lo mismo que muchos jóvenes: quería ser futbolista. Trabajó duro para conseguirlo, pero un accidente redirigió su carrera.
En el especial sobre él 'Julio Iglesias. La vida sigue igual', varias figuras del mundo del deporte y la comunicación han hablado de ese terrible hecho que truncó sus sueños y generó unos nuevos. Y es que sus primeros pasos como cantante son una auténtica historia de superación. "Hace 55 años mi vida cambió para siempre. Estudiaba leyes, jugaba al fútbol en mi equipo del alma con los juveniles y un accidente frustró todas mis ilusiones. Pero ese accidente, como digo siempre, juntó mi alma con mi cabeza y empecé a vivir una aventura que aún no ha terminado", escribió el propio Julio en su perfil de Instagram.
El accidente que marcó la vida de Julio Iglesias
Julio Iglesias formó parte de la plantilla del Real Madrid hasta 1962, mientras estudiaba Derecho en el Colegio Mayor de San Pablo. Allí coincidió con deportistas tan emblemáticos como Amancio Amaro, Pirri o Pedro de Felipe. Sus ambiciones deportivas como portero eran muchas, pero se quedaron atrás cuando una noche, de camino a casa, sufrió un accidente de tráfico con consecuencias fatales. Su coche colisionó con unos arbustos en el norte de Madrid el 22 de septiembre de 1963. Lo que empezó como un súbito dolor de espalda acabó con un diagnóstico erróneo que provocó que estuviera prácticamente inmovilizado durante un año y medio.
A medida que el dolor de la espalda aumentaba, Julio, acompañado por su padre, decidió visitar al médico para averiguar la causa de esa inesperada dolencia. Sin embargo, a pesar de no encontrarle nada, las consecuencias continuaron: las piernas no eran las mismas, no respondían como antes, y el dolor en la espalda era atroz. Dos años después, se descubrió que Julio tenía una compresión en la columna "Deciden operarle. Es una operación delicada porque la compresión que sufrió Julio en su medula fue tan grave que perdió funciones", han dicho en el especial.
Era tras la intervención que aseguraron que esa comprensión estaba producido por lo que, al principio, creyeron que era un tumor maligno. La solución más obvia en aquel momento fue aplicar radiación. No obstante, en aquella época, las radiaciones de cobalto eran muy agresivas y eso le provocó otros males. Viendo la desesperación de su hijo, el padre del cantante decidió dejar de aplicar este tratamiento. Y bien que hizo, ya que poco después se descubrió que el tumor era benigno.
Una larga recuperación y una canción que lo cambio todo
Después de poner solución a su compresión, empezó una época de recuperación larga y dolorosa. Con la ayuda de un fisioterapeuta, Julio empezó a recuperar la movilidad y las funciones perdidas. Pero el proceso era muy lento. Fue entonces cuando empezó a componer con una guitarra como única amiga. "Esta canción la escribí pensando en lo que sentía en aquellos momentos después de mi operación. Saqué fuerzas que no tenía con la música que me daba una guitarra y escribí estos pequeños versos sin saber dónde iban a terminar o dónde iban a empezar", añadía en el mencionado post. El tema en cuestión era 'La vida sigue igual'.
Todo empezó como versos sueltos. Poco a poco, fueron cogiendo forma y se convirtieron en poemas; después, en canciones. Lo cierto es que unos de esos versos terminaron en el Festival de Benidorm de 1968. Él escribía, sí, pero no había pensado en usar su voz para transmitir sus letras. Hasta seis años después. "Gracias a este Festival Nacional de la Canción todo se convirtió en un sueño que dura hasta hoy". Él no tenía intenciones de cantarla. "Solo era el autor", explicó el periodista y amigo Miguel de los Santos en 'Pongamos que hablo de Julio Iglesias' hace algún tiempo.
El encargado de interpretarla era un grupo llamado 'Los Gritos'. Sin embargo, en un último momento, le propusieron que la cantase él. "Al principio Julio no quería, pero finalmente, le convencieron", añadió De los Santos. Ahí comenzó su carrera artística. Ganó ese festival y dos años después estuvo en el Festival de Eurovisión 1970, donde quedó en cuarta posición. Esto supuso un increíble trampolín artístico para el artista. Provocó que el nombre de Julio Iglesias se hiciera conocido en todo el mundo: "Se cumplen 55 años que cambiaron mi vida para siempre, gracias a todas vosotras y a todos vosotros por darme tanta fuerza para vivir".
Los inicios de Julio Iglesias, de festival en festival
Julio Iglesias eres una estrella internacional, pero llegar hasta lo más alto no ha sido fácil. Sus primeros años los pasó de festival (de jóvenes talentos de la época) en festival. "Eran para la música española lo que son ahora los programas de contenido musical como 'Operación Triunfo'. La gente que tenía capacidad para la música y que quería triunfar se apuntaba a un festival de este tipo, o bien tenía la suerte de que te viera Valerio Lazarov (fue un famoso director y productor de televisión) o alguien con capacidad para colocarte en televisión", recordó el periodista en el documental de laSexta. Tuvo que sobreponerse a los reproches y las críticas de los periodistas de la época. Decían que era demasiado parado sobre el escenario. "Un cantante que no sabe mover las manos y que se queda estático no puede triunfar nunca", recordó De los Santos. Obviamente, se equivocaban.