Así es Mariví, la discreta mujer de Pepe Rodríguez y madre de sus hijos a la que conoció por casualidad

Pepe Rodríguez y Mariví forman un matrimonio sólido y tienen tres hijos en común. El chef ha hablado del papel fundamental que juega su esposa en un día a día marcado por el trabajo y la fama

Helena Arriaza
Helena Arriaza

Redactora digital de Lecturas

Pedro Rodríguez y su mujer Mariví

Pedro Rodríguez y su mujer Mariví.

Gtres

Pepe Rodríguez (55 años) puede presumir de ser uno de los chefs más exitosos de nuestro país. Su vida cambió por completo cuando aterrizó en ‘MasterChef’. Son ya muchas las ediciones en las que lleva ejerciendo de juez del programa de cocina en el que se ha ganado el cariño del público y de cada uno de los concursantes. Una popularidad que también se ha traducido que su restaurante El Bohío y otros proyectos gastronómicos vayan bien. Inevitablemente, todo este éxito también ha influido de algún modo en su familia. En especial, en su mujer Mariví, que se ha convertido en su mejor apoyo en la sombra.

Pepe Rodríguez es discreto con su vida privada, pero alguna vez sí que ha hecho mención a algún aspecto relacionando con ella. El chef es muy feliz junto a su mujer Mariví y los tres hijos que tienen en común. Fuera de las cocinas, intenta dedicarles a ellos todo el tiempo posible y se convierten en su mejor soporte en los momentos de estrés. Algo que se ha podido ver a la perfección en la excepción que acaba de hacer Mariví. Aunque normalmente permanece alejada de las cámaras, ahora ha dado el paso de estar en el programa ‘El musical de tu vida’ dedicado a Pepe.

Pepe Rodríguez y Mariví
Telecinco

El cocinero se ha convertido en protagonista del programa presentado por Carlos Sobera en Telecinco en el que se hace un repaso por la vida de algunos famosos. Esta vez, ha sido el turno de remontarse a diferentes momentos de la vida del juez de ‘MasterChef’. En el programa siempre guardan alguna sorpresa para sus invitados, y esta vez ha sido la visita de Mariví. Allí han contado cómo comenzó su historia de amor y cómo compaginan en la actualidad la fama de Pepe con la vida familiar.

Cómo empezó la historia de amor de Pepe Rodríguez y su mujer Mariví

Pepe Rodríguez y Mariví, muy enamorados, han contado cómo empezó su amor. Fue de casualidad. Se vieron por primera vez en un restaurante en el que él trabajaba y al que ella fue a tomar algo con una amiga. A partir de ahí, se cruzaron varias veces en el pueblo de él, al que ella acudía de vez en cuando. Hasta que poco a poco, lo suyo se fue convirtiendo en algo especial. Llegó entonces un beso que, aunque tardó, fue un paso firme de una historia que dura hasta hoy.

Cómo compaginan Pepe Rodríguez y su mujer Mariví el trabajo y la familia

Y eso que no todo ha sido fácil. Pepe Rodríguez lleva años trabajando durante siete días a la semana. Con todos los proyectos que tiene y teniendo en cuenta que está en uno de los mejores momentos de su carrera, no para. Algo a lo que su mujer Mariví ha sabido adaptarse. En el programa, el chef ha alabado que la madre de sus hijos "sacrifica muchas cosas suyas porque yo haya estado siempre en la cocina y en la televisión”. Un ritmo que también ha hecho que ahora valoren al máximo cualquier momento pequeño, como tomarse un vino cualquier noche entre semana.

Además, la complicidad de Pepe Rodríguez y su mujer Mariví se ha podido ver un día que ella apareció en ‘MasterChef Junior’, en algunos eventos a los que han acudido juntos y en alguna imagen puntual que él ha compartido en redes sociales. La última, el día de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva a la que acudieron juntos. Pero si algo les gusta hacer, es disfrutar de sus hijos.

Pepe Rodríguez y su mujer Mariví
@pepe_rodriguezrey

Los tres hijos de Pepe Rodríguez y Mariví

Porque el mejor proyecto de Pepe Rodríguez y Mariví son los tres hijos que tienen en común. El chef no les puede dedicar todo el tiempo que le gustaría debido a su trabajo, pero tiene claro que son lo más importante.

En una entrevista que concedió hace un tiempo a Bertín Osborne, le aseguró que siempre se guardaba el mes de agosto para su familia. “Ese mes quiero que me cansen, que me aburran, desayunar, comer y cenar con ellos, saber qué les gusta, qué no, echarnos la siesta todos juntos. Para mí eso es lo mejor del mundo”, confesó sobre la verdadera razón de su felicidad y la de su mujer Mariví.