Fue su primer nidito de amor. Cuando Ana Boyer y Fernando Verdasco decidieron dar el paso de vivir juntos, se instalaron en este impresionante ático en una de las mejores zonas de Madrid. Un 'apartamentito' ideal para la pareja pero que, por cuestiones profesionales, disfrutaron más bien poco. Los compromisos del tenista hicieron que no tuviese demasiado sentido residir permanentemente en la capital. Ahora, el inmueble ha vuelto al mercado por una cuantía de lo más asequible... Casi dos millones de euros.
Eran la pareja del momento. Uno de los tenistas con más renombre y la hija de la socialité por excelencia. Ana Boyer y Fernando Verdasco comenzaban a salir juntos y parecía que iba viento en popa. Las familias estaban encantadas, ellos estaban encantados, todo el mundo estaba encantado. El futuro prometía estar repleto de éxitos y amor. A principios de 2016 dieron el primer paso de los muchos que les esperaban. La pareja se disponía a convivir en un apartamento de 140 metros cuadrados en El Viso, una de las mejores zonas de Madrid.
Se trataba de un cuarto piso con terraza. El ático del edificio repartido entre comedor, cocina, dos habitaciones, dos cuartos de baño y unas vistas que que harían las delicias de cualquiera. Además, piscina, zona común, al lado del estadio Santiago Bernabeu y a un tiro de piedra de la Castellana. Pleno centro pero con las ventajas de un barrio tranquilo y glamuroso. Justo lo que Ana Boyer y Verdasco necesitaban. Allí pusieron rumbo con todas sus pertenencias.
El problema llegó cuando el tenista decidió centrarse en su carrera y la hija de Isabel Preysler prefirió dejar la suya en pausa. Boyer pidió una excedencia para acompañar a su futuro marido por el mundo, saltando de torneo en torneo. Ya no tenía mucha lógica mantener un apartamento en Madrid cuando su vida se desarrollaba entre decenas de capitales. Tan solo había pasado un año desde la mudanza pero lo tuvieron claro. Abandonar el ático en busca de un nuevo destino.
Ahora, el apartamento ha salido a la venta. Disponible tanto para compra como para alquiler, está reservados a bolsillos muy pudientes. El inmueble llega al mercado por 1,8 millones de euros o, en su defecto, 6.000 euros mensuales. Una 'ganga' para aquellos que no quieran renunciar a las comodidades del centro. Si fue bueno para Boyer y Verdasco, también lo puede ser para muchos otros.