Era una de las favoritas para ganar 'MasterChef Celebrity', pero se quedó a las puertas de la final. Blanca Romero (47 años) lo ha dado todo en el 'talent' culinario y, según confiesa, se lleva del concurso no solo una experiencia maravillosa, sino auténticos amigos con los que ha compartido risas, sufrimientos, vivencias y alguna que otra confidencia.
"Entre bambalinas, me esperaba Martín llorando desconsoladamente, al saber que había sido expulsada. Le consolamos entre todos y salí feliz de la mano con mi compañero de vida ❤️. Feliz de volver a estar juntos, después de tres meses... Dejaba el apartamento donde volví a reencontrarme sola conmigo misma, en Madrid… la ciudad que tanto me dio y donde empezó todo hace muchos años. Volvíamos a Asturias, mi refugio", escribía Blanca en su cuenta en Instagram.
Una mujer polifacética
De Blanca sabemos que ha hecho carrera como modelo, como actriz, como cantante, como pintora y ahora hemos descubierto que, si se lo propusiera, también podría ganarse la vida como chef. Pero no vamos a hablar de esta faceta, hasta ahora desconocida para nosotros, sino de otra que resultó verdaderamente impactante.
Corría el año 2006, dos años después de haberse separado de Cayetano Rivera (46 años), quien adoptó a su hija Lucía, nacida de una relación anterior. Blanca quería lanzarse profesionalmente como cantante, así que se sometió a un cambió de look y, desde luego, logró atraer los focos hacia su persona.
Blanca apareció con un 'pixie' rapado y decolorado con dibujo atigrado. Y como una declaración de intenciones a su imagen le añadió el sobrenombre con el que quería ser conocida como cantante: La Perra. "Mi vocación es ser cantante y me equivoqué siendo modelo", afirmó entonces.
"La Perra fue un personaje que me ayudó a rebelarme"
A los pocos meses de su debut, Blanca habló en Woman de su nombre artístico y lo que representaba para ella. "La tengo guardada en un baúl. La Perra fue un personaje que me ayudó a rebelarme para salir a flote en un momento injusto y difícil de la vida. A decir verdad, me vino genial: me dediqué a escribir, a pintar, a expresar mi idioma, en definitiva. Conocí a un montón de gente interesante, indagué en otros mundos... Sin ella, no hubiese conseguido romper el corsé tan incómodo que tenía puesto", confesó.
Fueron unos meses en los que sus cambios de imagen fueron continuos. Del pelo atigrado pasó a un rapado decolorado con cresta y, después, a un rapado ya de su color natural, castaño oscuro, al más puro estilo Demi Moore en 'La teniente O'Neil'.
"Yo era la mala, porque dejé a un señor"
El nombre de La Perra, desde luego, resulta bastante provocador, como así lo reconoció la propia Blanca Romero, que no pensó nunca que ese alias pudiera volverse en su contra.
"Ni me lo planteé. Rebelarme era una forma de defenderme, de decir que me sentía muy lejos de cualquier crítica. Durante mucho tiempo se me catalogó como la mala de la película porque yo había abandonado a un señor [Cayetano Rivera]. Quizá con La Perra se me fue un poco la cabeza, pero creo que gracias a ella he salido indemne de toda la movida del famoseo y del corazón".
Hija y exesposa de torero
Hasta conocer a Cayetano Rivera, Blanca Romero era una modelo a la que no le faltaba trabajo por sus cualidades sobre la pasarela y su fotogenia, pero fue su relación con Cayetano la que la lanzó a la popularidad y la convirtió en un personaje de la prensa del corazón. Se casó con Cayetano Rivera en octubre de 2001, pero se separaron en enero de 2004, es decir, estuvieron casados poco más de dos años.
El motivo principal de su ruptura fue la decisión de Cayetano de dedicarse a los toros, una idea que Blanca desaprobaba por completo porque pensaba que esa idea era un claro signo de inmadurez porque "era muy mayor". Cayetano tenía entonces 28 años.
Blanca es hija de torero, así que conoce bien ese mundo. Su padre, Rafael Romero, apodado 'Romerito' fue una figura importante del toreo en los años 60 hasta que una grave cornada lo apartó de los ruedos. Blanca, aunque respeta la tauromaquia, se declara antitaurina. De niña, cuando vivía en Gijón, pasó miedo cuando los antitaurinos se manifestaban cerca de su casa. "Nunca mas volví a una corrida de toros, ni soy taurina. Pero al vivirlo cerca, y desde que nací tenerlo en mi familia, lo respeté y lo sigo respetando", declaró a El Mundo hace tres años.
¿Qué fue de La Perra?
Esa misma pregunta se la hizo Lecturas en 2010 y Blanca respondió: "Ahí sigue la maqueta. La música tiene vida propia y, de repente, arranca". La madre de Lucía Rivera rodaba ese año una serie en Italia, cuyo tema principal de la banda sonora estaba compuesto e interpretado por ella. "La música me gusta mucho y sigo componiendo. Además, cumplí un sueño con la colaboración de Ennio Morricone al cantar el tema principal de mi serie italiana. Me hizo cantar casi lírico. Yo compuse la canción y él, con el piano, veía mis registros", declaró a Lecturas.
Lo cierto es que, a decir verdad, la carrera de La Perra no tuvo mucho recorrido. Un año después de su debut, Blanca Romero dejó de presentarse con tal nombre y adoptó otro nombre artístico, Blanca Ezama, el apellido de su madre. Tampoco con este nuevo alias, Blanca logró triunfar en el mundo de la canción.
"Tengo la necesidad de expresarme"
Para Blanca, cualquier faceta artística le sirve para expresar lo que siente y cómo se siente. "No podría elegir con qué disciplina quedarme. Tengo la necesidad de expresarme y lo hago de todas las maneras posibles", confesó a Lecturas años más tarde.
Claro que Blanca no abandonó la música por completo. En 2019 se unió al grupo asturiano Shalala. "Acababa de mudarme de casa en Gijón y me llamaron para ver si me apetecía subir un día a ensayar. Me aburría y me vine, y un año después seguimos dando la nota", explicó en una entrevista que concedió al periódico El Comercio.