El mundo de Ares Teixidó se ha convertido en una olla de presión desde que la semana pasada, nuestra revista destapara el sonado y tórrido romance que mantiene con David Bustamante. Ni en su etapa de mayor popularidad, cuando entró de concursante en 'GH VIP', hubiera imaginado lo que iba a suponer mediáticamente convertirse en la pareja de uno de los hombres más famosos del panorama nacional. Una nube de cámaras y micros la persiguen buscando la confesión soñada: que tanto ella como David están más enamorados que nunca. Sin embargo, se ha sumido en el mayor de los hermetismos y ha hecho del silencio su santo y seña.
A la presentadora de Telemadrid le ha empezado a pasar factura toda esta presión que se ha generado a su alrededor, por eso. Y lo que antes era fortaleza, ahora empieza a sonar más a que empieza a ser consciente de que pierde el control de la situación. Este martes, Kike Calleja, reportero de 'Sálvame', esperaba a que acabara de grabar su programa, un concurso que se desarrolla en la calle, para abordarla y tensar más las cuerdas, a ver qué reacción tenía y si se salía del guión.
Ares está al límite. Por un lado, el momento de subidón que vive Bustamante, es la miel de toda esta historia, pero también está probando su parte tenebrosa, la de sentirse desbordada al haberse convertido en el foco de atención de todo el país.
Según ha contado Kike, después de haberla estado persiguiendo sin éxito en su respuesta, se la ha llevado a una cafetería "y ha sido cuando ha explotado". "Kike, no puedo más con esta presión. Si hablo malo, si no hablo, peor", le contaba la exconcursante de 'GH VIP 3'. Calleja, de forma muy diplomática, le ha dicho que, tal y como ella hacía cuando ejercía de reportera en programas del corazón, "tienes que entender mejor que nadie nuestro trabajo", haciéndola consciente de que esto iba a ocurrir si seguía sumida en el silencio.