Este martes 12 de septiembre se ha convertido en uno de los días marcados en rojo para Arantxa Sánchez Vicario (51 años). La extenista y su exmarido, Josep Santacana, se han visto las caras los Juzgados de Barcelona tras acusarse mutuamente de ocultar su patrimonio para evitar así a la deuda millonaria que le reclama el Banco de Luxemburgo. La que fuera número uno del mundo y su ex, divorciados desde el año 2019, se enfrentan a una pena de cuatro años de prisión por presunto alzamiento de bienes.
Antes de las 09:30 horas de este martes, Arantxa Sánchez Vicario llegaba a los juzgados de la Ciudad Condal arropada por sus representantes legales. Una jornada muy difícil digerir en la que la exdeportista no ha podido reprimir el llanto ante el juez.
Arantxa Sánchez Vicario rompe a llorar ante el juez
Justo cuando se cumplen 15 años desde su romántico 'sí, quiero' en Girona, Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana se han enfrentando en los juzgados. La deportista, visiblemente serie, ha vuelto a asumir su parte de culpa y, de lo más arrepentida, ha vuelto a dejar claro que ha sido víctima de su exmarido, al que ha acusado sin remordimiento de haberse fulminado el patrimonio que consiguió durante su trayectoria deportiva.
De esta manera, Arantxa completamente rota ha confirmado que Santacana fue la persona que se encargó de gestionar su fortuna desde el año 2009, un poder que pasó a su padre años después: "Yo nunca he gestionado ese patrimonio porque desconozco cómo se hace. Me he dedicado al tenis y siempre me he fiado de terceras personas y en estos momentos era mi marido, la persona que ha estado a mi lado, y es quien ha organizado todo", ha señalado abatida y cargando contra su exmarido. Además, aunque ha asumido su responsabilidad ha dejado claro en todo momento que es una víctima: "Mi marido es el que organizó todo. Él llevaba las riendas, gestionaba todo y me dijo que no me preocupara", ha continuado más firme que nunca.
La terrible situación económica que atraviesa Arantxa Sánchez Vicario
En los últimos años, Arantxa Sánchez Vicario ha atravesado una crítica situación personal debido a los problemas económicos a los que ha tenido que hacer frente. Ni los títulos ni su increíble currículum deportivo han sido de ayuda y ella misma dejaba claro recientemente cuál ha sido su verdadero salvavidas para salir a flote: su círculo más íntimo de amistades. "Doy clases particulares de tenis y, en ocasiones, me contratan para ayudar en la organización de torneos, o como comentarista. Estoy haciendo un esfuerzo económico brutal, que seguir haciendo toda mi vida. Saco adelante a mis hijos gracias, también, al dinero que me dejan los amigos. Con eso voy tirando", confesaba consciente de que se encuentra en un momento decisivo de su vida.