Fue una de las mejores tenistas de nuestro país y, ahora, Arantxa Sánchez Vicario (51 años) vive una situación límite. La ex campeona atraviesa una de sus peores etapas, en lo que a lo económico se refiere. Esta madre de dos menores lanza su desesperado grito de auxilio y reclama ayuda. “Saco adelante a mis hijos con dinero que me dejan mis amigos”.
Arantxa Sánchez Vicario encara un momento decisivo en su vida. La tenista, junto a su exmarido, Josep Santacana, declarará el 12 de septiembre ante el juez por un supuesto delito de alzamiento de bienes por el que la fiscalía les pide cuatro años de prisión.
Arantxa Vicario, de la gloria laboral al infierno personal
Los noventa fueron suyos. Arantxa Sánchez Vicario fue la número 1, y obtuvo incontables títulos a lo largo de su carrera deportiva. Era la tenista de moda, y uno de los nombres mas buscados para hacer campañas. Pero todo el éxito que obtuvo en los diferentes palmarés deportivos, se contrapuso a los sinsabores que le daba su faceta más privada y personal.
Los problemas con sus padres llenaron titulares. Arantxa Sánchez Vicario llegó a acusarles de haber dilapidado todo el dinero que ella había logrado en sus épocas de mayor esplendor económico, e, incluso, de ser los causantes de sus problemas con Hacienda. En 2011 fue condenada a pagar numerosos millones de euros debido a los supuestos impagos de los ejercicios de los años 1989, 1990, 1991, 1992 y 1993. Según la deportista, su familia le había recomendado que fijara en Andorra su residencia, con el fin de pagar menos impuestos, pero esta no cumplía los requisitos legales para esto.
Con los años, Arantxa Sánchez Vicario, arrepentida por todo lo que había dicho de sus padres; aseguró que si dijo lo que dijo fue porque estaba ‘envenenada’ por su pareja de entonces, Josep Santacana. Él fue su segundo marido y padre de sus dos hijos. Pero también fue el causante de algunos de sus peores quebraderos de cabeza. Se separaron en 2018 y en 2021 la fiscalía solicitó para ella y su ex cuatro años de prisión por una demanda por impago y alzamiento de bienes. El martes 12 de septiembre empieza el juicio que más teme; y es que podría acabar con ella y su ex en prisión. Su mundo puede hacerse aún más añicos. “Voy a poner una vela para que esto salga bien”, ha dicho a El País.
En la misma entrevista, Arantxa asegura que ella, lo único que ha hecho mal, ha sido confiar en el hombre del que estaba enamorada. “Confié en mi exmarido y me he visto inmersa en esta situación. Confié en la persona que tenía al lado, en mi marido. Y me la jugó. No voy a tirar la toalla. No lo hice en la pista y no lo haré ahora”.
Arantxa Sánchez Vicario necesita la ayuda de sus amigos para salir adelante
En los últimos años, ni los títulos ni su increíble currículum están siendo de ayuda. Su verdadero salvavidas son esas amistades generosas que le han estado prestando dinero. “Doy clases particulares de tenis y, en ocasiones, me contratan para ayudar en la organización de torneos, o como comentarista. Estoy haciendo un esfuerzo económico brutal, que seguir haciendo toda mi vida. Saco adelante a mis hijos gracias, también, al dinero que me dejan los amigos. Con eso voy tirando”, confiesa.
Centrada por completo en sus hijos, que ya tienen 14 y 11 años, ellos son su motor de lucha para seguir adelante. “Mi vida está volcada en ellos. Lo son todo para mí. Son lo que me hace seguir adelante”.