Arantxa Sánchez Vicario se siente, en estos momentos, un poco como Belén Esteban. Más allá de que cada una hayan sido consideradas unas princesas en los suyo, las dos se hacen la misma pregunta: “¿Dónde está mi dinero?”. Mientras que la de Paracuellos se lo dedica a su exrepresentante, la que vive en Miami se lo pregunta a Josep Santacana. Y precisamente eso es lo que intenta averiguar el abogado de la deportista.
Arantxa y su letrado, Maurice Jay Kutner, han recibido a diversos medios españoles entre los que se encuentran ‘El programa de Ana Rosa’ y ‘La mañana de la 1’. A ambos espacios, ha dicho exactamente lo mismo y con las mismas palabras. No quiere hablar de más, y está siendo muy vigilada por su bufete. “Es una situación muy desagradable, confío plenamente en mis asesores y en los tribunales”, ha dicho a la cadena pública, para después repetir lo mismo en la privada, eso sí, mandando un beso a Ana Rosa.
El trabajo de Kutner tratará de esclarecer qué ha sido del dinero y de las propiedades de su representada, puesto que “ella se centraba en el tenis y él (Santacana) en las cuestiones económicas (…) Arantxa no tiene nada a su nombre. No tiene acceso a los fondos (…) Ella es una persona muy confiada. Nunca se ha preocupado de las finanzas. Primero se ocupaban sus padres, luego su marido. Ella no estaba pendiente del dinero”.
“Lo único que quiero saber de Josep Santacana es qué propiedades existen, dónde están, dónde están las escrituras, si ha vendido alguna de estas propiedades y dónde está el dinero. Cuando lo sepamos, iremos a un mediador”. En resumidas cuentas, Sánchez Vicario, tras haber amasado una enorme fortuna como una de las mayores deportistas de élite de nuestro país, desconoce cuál es su auténtico patrimonio.