La casa de Bertín Osborne se abrió ayer por última vez este 2015 para recibir a dos invitados de excepción: Anne Igartiburu y Ramón García que, un año más, presentarán las campanadas para TVE desde la Puerta del Sol.
Esta vez el programa tuvo lugar en su casa de Madrid. El primero en llegar fue Ramón, que sabe que no hay nada mejor que aparecer ante tu anfitrión con una buena botella de vino bajo el brazo. En este caso la botella de marras no solo era buena, también era tamaño XXL, para escándalo de Bertín que la recibió con jolgorio. Ramón se lo metió en el bolsillo en seguida.
Bertín quería sacar el lado más personal del presentador, y dar a conocer al público qué se esconde debajo de esa capa negra que desde hace años ameniza las uvas. Pocas sorpresas: Ramón Garía se confesó un hombre campechano de origen humilde, aunque confesó algunos datos curiosos, como que de pequeño quería ser torero y que barajó ser cura. "Me compraron una torerita y todo - dijo- Me dio por ahí". Está claro que los gustos por la moda del bilbaíno estaban escritos desde su más tierna infancia.
García reconoció que echa de menos la televisión, que le gustaría seguir haciendo entretenimiento como años atrás, aunque también confesó ser un autodidacta del medio: "Mis padres tenían salas de fiestas, entonces yo empecé a trabajar ahí. A los 15 años ya tenía como 80 empleados a mi cargo. Fue DJ, limpié baños, puse copas... Me hubiera gustado estudiar Periodismo, pero en ese momento no era posible, y años más tarde se me cruzó la pasión de la radio. Y por eso estamos aquí".
Juntos, Bertín y García repasaron la carrera profesional del presentador, haciendo escala en el programa que le dio fama definitiva, 'Qué apostamos', que presentó junto a Ana Obregón, para la que también tuvo unas bonitas palabras: "Ana son dos personas: la amiga, compañera y buena madre, y la loca y divertida. Como compañera de trabajo es excepcional".
Suena el timbre y llega la otra invitada de la noche: Anne Igartiburu. La presentadora está en el foco de la noticia gracias a su boda con el director de orquesta Pablo-Heras Casado y su próxima maternidad biológica. Bertín no se olvidó de felicitarla por ambas cosas.
A lo largo de la noche Anne desveló algunos secretos de su hermética vida. El más duro, cómo perdió a su madre en un accidente de helicóptero cuando solo tenía 16 años: "Mi madre falleció cuando yo tenía 16 años y mi padre sabe que salgo en televisión, pero no me valora precisamente por eso. Mi madre, que era voluntaria de Protección Civil, perdió la vida en un accidente de helicóptero durante un rescate en Picos de Europa. Su pérdida fue dura, porque me quedé sin referencias maternas muy joven". Una confesión que el anfitrión no esperaba y que recibió con tristeza.
Pero no todo fueron confesiones tristes, com siempre en casa de Bertín reina el buen humor y Anne se sintió a gusto para confesar que habla 3 idiomas, que le encanta tocar el piano y que participó en 'Star Trek'. También contó como conoció al que es hoy su marido: "Estaba haciendo un programa de tarde y llegó la convocatoria para entrevistar a Pablo. Era en día festivo y yo no quería ir. Al final fui y lo preparamos. Casualmente, dirigía un concierto de Haydn, el mismo disco que me regalaron mis padres cuando tenía 1 año".
Hechas las confesiones y las entrevistas, tocaba ponerse a cocinar y lo mejor: comer. Los dos invitados y los anfitriones se pusieron manos a la obra para hacer una tortilla de patatas y marmitako, no sin el típico momento estelar de Bertín que confesó que no recuerda cómo le pidió matrimonio a Fabiola. Muy Bertin style.
El programa fue, de nuevo, número 1 en la parrilla, cerrando un año redondo para el anfitrión y su familia.