No es la primera vez que un participante de un reality tiene que abandonar el concurso para estar presente en un juicio. Ahora le ha tocado el turno a Ángel Garó, que este miércoles 26 tiene pendiente el juicio por violencia doméstica tras la demanda que interpuso contra él su expareja, Darío Alberaira. El humorista se enfrenta a nueve meses de prisión, a una orden de alejamiento de un mínimo de 100 metros y a la prohibición de comunicarse con su presunta víctima ni siquiera telefónicamente.
Los hechos se remontan a mayo de 2017, cuando Darío denunció a su ex por violencia doméstica. Según la acusación, tras una gran discusión, Darío quiso irse de la casa que el humorista tiene en Málaga, pero fue "interceptado por el acusado, entablándose un forcejeo entre ambos en el curso del cual el otro cayó por las escaleras".
Tras aquella denuncia, salieron a la luz unas imágenes muy humillantes para Ángel Garó que correspondían a un episodio sucedido cuatro meses atrás. El humorista recreó ante sus compañeros la famosa escena del balcón. Garó había salido sin ropa al balcón para increpar a la policía que llamaba a su puerta. "La policía daba patadas a la puerta y yo me agarré al balcón y grité 'no pienso bajar, me cuesta mucho el IBI; pedirle cuentas al moro que vive en la esquina', y cerré la puerta". E, indignado, añadió: "para que yo baje, hay que pagarme". Según Ángel Garó, alguien grabó esas imágenes y salieron a la luz cuando su expareja decidió denunciarlo, por lo que fue detenido y, posteriormente, puesto en libertad.
La presencia de Garó en el juzgado número 5 de Málaga no es imprescindible, aunque según el abogado de la acusación su ausencia no le beneficiaría en la causa, por lo que es prácticamente seguro que el humorista abandonará Guadalix por unas horas para desplazarse a Málaga y defenderse de las acusaciones que se le imputan.