Pese a lo que muchos esperaron de Ángel Garó, tras verle asomado al balcón de su casa gritando a un equipo de recogida de basuras de Málaga, su paso por GH VIP 6 está siendo de lo más calmado. Pese a algún roce en la cocina, la existencia del humorista de La Linea en el concurso es de lo más tranquila. Salvo por una excepción: la falta de intimidad. Y es por esto que está muy enfadado con la dirección del programa, que no le advirtió en su totalidad de las condiciones a las que estaría sometido en el programa.
Él sabía que estaría vigilado por cámaras, pero pensó que tendría una parcela dedicada a su intimidad en el baño, cosa que no encontró al llegar a la casa. En su lugar, se encontró una letrina pública donde todos sus compañeros le verían y oirían mientras hacía sus necesidades. El terror para alguien tan celoso de su privacidad. “Me pesa mucho la falta de intimidad. A mí me cuentan que mis compañeros van a escuchar mis pedos y cuando hago caca y no hubiera venido. No se me ha dado la opción de elegir porque no se me ha contado”, le dijo al Súper.
“Esto me crea incomodidad. Igual que yo no he querido fallar a 'Supervivientes' y no he ido, si llego a saber esto no hubiera venido a 'Gran Hermano’”, pero considera que, como ante todo él es un hombre de palabra, no ha querido incumplir la promesa que había firmado con el programa y, por eso, no lo abandonó. “Me he querido ir, pero no he querido hacer como Oriana”. Él no da puntada sin hilo.
Ahora que, tras dejar la casa como los chorros del oro, han recuperado el baño, estará más contento. Podrá hacer sus necesidades en paz, y hasta marcarse unos largos en la estupendísima bañera que el programa ha puesto a los concursantes, ¿quién será el primero que la estrene?