“Tal vez nunca entenderíais lo que siento por Justin, llevo siendo Belieber desde el 2010 y creerme el miércoles pasado fue especial”. Andrea Janeiro Esteban estaba a punto de explotar. El miércoles pasado, su padre movió sus hilos y consiguió que sus dos hijas, Andrea y Julia, se sentaran en la primera fila del programa de Pablo Motos al que asistía como invitado Justin Bieber. Todo un privilegio que ha desatado la ira de muchas ‘bielibers’.
“Entiendo que dé rabia que mucha gente tenga más posibilidades que otras, pero no por ello hay que juzgarla”, escribía en Twitter, tratando de calmar los ánimos, cuando muchos fans del artista canadiense la tachaban de ‘enchufada’. “Solo pido que me entendáis también a mi, porque más de un@ utilizaría todas las herramientas posibles para conocer a sus ídolos”. Andrea una vez más ha demostrado que es una adolescente madura, tranquila y reflexiva. Ha procurado alterarse lo mínimo posible ante las críticas que le han llegado y ha vuelto a dar clases de saber estar. Esa chiquilla que el miércoles pasado lloraba emocionada cuando Justin le daba la mano, tiene mucha más templanza que muchos adultos.
La joven solo pide comprensión, pero las fans parecen no escuchar y entrar a razones. Por su parte no ha quedado. Ha explicado cómo se sintió y lo mucho que ese encuentro significó para ella, alegando que ya son 5 años como seguidora del canadiense.
Su madre esta semana también ha hablado del episodio ‘Bieber’. Belén Esteban ha utilizado ‘Sálvame Deluxe’ para agradecer a Jesulín el detalle que había tenido con Andrea, pero especialmente se dirigió a María José Campanario. La mujer del extorero fue quien orquestó todo para que las dos hermanas pudieran estar sentadas en la primera fila del público de ‘El Hormiguero’. “Hiciste todo lo posible para que se cumpliera el sueño de mi hija”.