Ha sido una de las mejores concursantes. Eso lo tenemos claro nosotros, el jurado, los espectadores y cualquiera que haya visto MasterChef Celebrity. Anabel Alonso se despidió ayer de las cocinas del programa tras haber pasado dos de sus peores momentos en el reality. La presión, los nervios y alguna que otra mala pasada hicieron que la actriz se derrumbase y no consiguiese presentar ningún plato al jurado. Nunca antes había pasado. Eso sí, se llevó el enorme cariño de todos sus compañeros y muchísimas lágrimas...
Empezó el concurso con mal pie. Anabel Alonso se tomaba a broma las indicaciones del jurado y esto hacía que Pepe, Jordi y Samantha le tuviesen que cantar las cuarenta. Pronto se dio cuenta de que la cosa no estaba para chistes. La presión en el programa es real y mucho más dura de lo que las celebrities se piensan. Por suerte, Anabel se cogió al ritmo enseguida y formó, junto a Bibiana, la mejor pareja cómica que hemos visto en los últimos tiempos. ¡Vivan las retales!
Anoche, sin embargo, la actriz pasó por su peor momento. Ya en la primera prueba se llevó el delantal negro por ser la que peor había cocinado -Jose Corbacho intentó ofrecerse para que Anabel no cargase con esa losa pero el jurado no lo toleró-. Y la cosa iba a ir de mal en peor. La prueba de eliminación se le atragantó y la actriz ni siquiera pudo llevar un plato al jurado. “Es la primera vez que pasa que un aspirante no presenta nada”, afirmaba Pepe Rodríguez antes de anunciar la expulsión de Anabel.
“Puedes irte con la cabeza bien alta”, le aseguraba a modo de consolación. “Te has dejado la piel para acabar algo que no pudo salir. Has llegado hasta el programa ocho, que está muy bien”. Pero no había forma de parar las lágrimas de la actriz. Anabel se rompía ante la desolación de sus compañeros. “De repente, estas cosas surrealistas ocurren. Es la grandeza del programa, que no todo está bajo control”.
Entre abrazos, Anabel se dirigía al saloncito para ofrecer sus últimas palabras en el concurso. “He superado mis expectativas”, reconocía. “Es muy duro. Cada semana es un reto, está la presión de hacer cosas que no has hecho en la vida”. Y eso sin contar las riñas del jurado y su especial relación de amor-odio con Jordi Cruz. “He aprendido cosas a nivel vital. No rendirte nunca, volver a intentarlo, aceptar bien las críticas”.
Eso sí, Anabel se lleva el enorme cariño de sus compañeros, que quisieron estar junto a ella en sus últimos momentos. Sin duda, volveremos a verla pronto. ¿Un programa junto a Bibiana y Silvia Abril? ¡Ojalá! Si hay algún productor de televisión leyendo, que comience a mover los hilos.