Los pasillos de Telecinco ha enmudecido. La muerte de Mila Ximénez a los 69 años a consecuencia del cáncer ha sido un shock transversal por la gran notoriedad de su personalidad arrolladora. Todos conocíamos a Mila, porque como ha dicho Ana Rosa Quintana al recordarla con cariño: "Es de esa clase de mujeres que hacen historia". El copresentador de 'El programa de AR', Joaquín Prat, también reaccionaba por el fallecimiento de nuestra querida compañera. Para él, Belén Rodríguez, Jorge Javier Vázquez, y tantos otros amigos y compañeros que han reaccionado a su prematuro adiós, era una persona "que se hacía querer".
Ana Rosa Quintana no ha podido disimular el vacío y la enorme tristeza que la embargaba desde que ha conocido la noticia. Le comunicaban la dolorosa noticia, en frío, en las escaleras de los pasillos de Mediaset, después de abandonar su programa momentáneamente para acudir a un encuentro de periodistas. "Es un palo tremendo, ha sido un impacto, no le tocaba", y añadía aún con el shock emocional, "me consta que en 'Sálvame' están desgarrados".
Se cruzaban por los pasillos y también por los alrededores del vecindario que compartían. Ana Rosa Quintana sabía bien lo mucho que había significado para Mila Ximénez en esta última década tener una familia cerca como la de 'Sálvame'. "Creo que en Telecinco volvió a encontrar la felicidad, rodeada de amigos", decía también revelando que en estas últimas semanas "estábamos todos pendientes de ella".
La presentadora de Telecinco ha querido rendir homenaje en directo desde 'Ya es mediodía' a su compañera de cadena poniendo en valor su fortaleza y su lección de vida. Mila Ximénez sabía cómo exprimir cada momento, cómo vivirlo intensamente. "A mí me encantan las mujeres con carácter, con personalidad, que se echan la vida a la espalda y tiran para adelante. Mila ha vivido la época de más glamour, mujeres como ella son las que hacen historia, que cuando la vida te da un palo, son capaces de levantarse", pronunciaba con la emoción amenazando con quebrarle la voz.
Ana Rosa también ha querido acordarse de su hija Alba, para quien "debe ser el peor día de su vida", sus nietos, sus hermanos, y el resto de su círculo íntimo que ahora llora su muerte. "No toca que una mujer en plenitud y con muchas ganas de vivir, es una traición de la vida. Ha sido un impacto porque es que era muy joven, estaba más vital, más guapa y más feliz que nunca. Se había cambiado de casa y estaba feliz. Es que es muy traicionera esa enfermedad, porque se lo habían detectado muy tarde, porque son enfermedades silenciosas y traicioneras", se ha lamentado.